Aunque la industria de las criptomonedas y las instituciones financieras tradicionales parecen estar en veredas distintas, la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, acaba de declarar que los gobiernos debiesen considerar más profundamente ofrecer sus propias criptomonedas.
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Uno de los atractivos que la tecnología de las criptomonedas ofrece es que se encuentran al margen del sistema bancario principal. Por esto, la participación de un banco central podría verse con una visión escéptica. No obstante, desde el FMI dicen que el trabajo conjunto podría ser una buena carta para evitar estafas y lavado de dinero.
Ciertamente, el lavado de dinero, las estafas, esquemas ponzi, ICOs falsas y otros vicios están presentes en este sector, y a esto apuntan las palabras pronunciadas por el FMI en una conferencia en Singapur. The Guardian rescató las declaraciones de Lagarde:
La ventaja es clara. Su pago sería inmediato, seguro, barato y potencialmente semi-anónimo. Y los bancos centrales mantendrían una base segura en los pagos. Además, ofrecerían un campo de juego más nivelado para la competencia y una plataforma para la innovación.
Así mismo, las instituciones financieras tienen la libertad de centrarse en lo que mejor saben hacer: la interfaz del cliente y la innovación. Sería una colaboración público-privada en su mejor momento .
Lagarde también mencionó que era legítimo preferir el efectivo digital, pero que los bancos centrales necesitaban supervisión para evitar el robo de los fondos de los clientes y para detener los abusos de las bandas criminales.