Han pasado más de 70 años desde que el submarino nazi U-864 navegara por la costa oeste de Noruega. Desafortunadamente, a pesar de haber sido parcialmente destruido, su material sigue siendo una amenaza.
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El 9 de febrero de 1945, en últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, el submarino fue abatido por otro submarino: la nave británica HMS Venturer. Tras impactarlo con un torpedo, y destruir el submarino en dos partes, su material quedó en el lugar por décadas.
La tripulación de 73 nazis, llevaba plomo, acero y 65 toneladas de mercurio en dirección a Japón, que servirían de insumos para fabricar material bélico. Desde el 2003, cuando la marina noruega halló los restos del U-864, el problema ha sido planteado pero sin una solución clara.
Aparente solución
Según mencionan desde la BBC, el riesgo de contaminación que representa la carga de mercurio, que aún sigue ahí. De hecho, estudios ya han encontrado concentraciones de mercurio mayores de lo normal en los alrededores del submarino. Otros estudios dicen que los peces de la zona tienen niveles cuatro veces más altos de este elemento.
Pero el asunto no termina ahí porque la Administración Costera de Noruega concluyó que remover los restos de la nave y las piezas contaminadas alrededor de ella, harían que el material tóxico se esparciera.
Ahora, a mediados de octubre, las autoridades decidieron que recubrir el submarino sería la solución más segura y amigable con el medio ambiente.
Para esto, se instalará un cobertor que abarcará un área de 47.000 metros cuadrados, debajo del cual estará el submarino. Si todo sale bien, la cobertura debe estar lista en 2020, aunque aún está por verse la efectividad del plan.
