La adicción a los videojuegos es una condición real que puede afectar de manera seria la vida social de quienes la padecen. Como una solución a ello llega QTIME, un dispositivo creado por una persona que sufrió de dicha condición.
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Según comparte en entrevista para el Telegraph, el ingeniero de 29 años de edad James Potter, se unió con su padre en este proyecto.
Con la misión de crear una solución definitiva a un problema que ambos tenían de jóvenes. Cuando el muchacho pasaba hasta 40 horas a la semana pegado a la consola de videojuegos:
Intentaba pasar cada hora posible despierto jugando videojuegos. Mi padre trataba de sacarme de eso por todos los medios posibles. Incluso llegó a cortar la corriente eléctrica de toda la casa.
Es el testimonio de James, mientras que su padre afirma que la única solución efectiva que había encontrado era quitarle los mandos a sus hijos.
Entre la combinación de esos factores surgió la idea de crear QTIME, una gadget que se conecta a cualquier consola de videojuegos (o hasta una PC) para monitorear y apagar a distancia todo.
El aparato se conecta como un elemento intermedio entre la pantalla de TV y la consola de videojuegos mediante los puertos HDMI.
Se configura mediante una app para smartphones, similar a un chromecast, y permite establecer horarios forzosos de sesiones de juego.
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El administrador puede observar a distancia la actividad con la consola e incluso recibir alertas al instante si intentan desconectar el QTIME.
Funciona a final de cuentas como un cronómetro y candado remoto. Por un costo de USD $50 parece una alternativa sensata.
