Una interesante propuesta fue publicada en la revista Nature Physics por un grupo de científicos. Los expertos, donde lidera un investigador chileno, desarrollaron un implante con un material que podría ser de gran relevancia en las futuras intervenciones.
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Se trata de un prototipo artificial de vaso sanguíneo que consiste en un tubo con una superficie que mimetiza lo observado en arterias y venas del cuerpo.
Según explicó a la revista Qué pasa, los coágulos del cuerpo se pueden adherir a la superficie de un implante o stent y generar trombos que obstruyen el vaso sanguíneo. Sin embargo, en un un sistema circulatorio saludable “existe un mecanismo anti-adherente en las arterias y venas del organismo, las que por medio de la presencia de arrugas o pliegues, van removiendo las adherencias en la superficie”, consigna el medio.
¿En qué consiste el prototipo? Enrique Cerda, la mente de la Universidad de Santiago, quien presentó la investigación, explicó que el implante está diseñado en base a una silicona especial, que considera una película arrugada que imita a las arterias. Tanto así, que el prototipo obtuvo una adhesión de plaquetas mínima en comparación a los implantes existentes. Así lo dijo el mismo investigador a Qué pasa:
Tiene una superficie interior plegada que se calibra para que en cada pulso aparezcan y desaparezcan los pliegues de manera de darle una capacidad antiadherente.
Por ahora se ha demostrado en el laboratorio que el implante funciona al utilizarlo con sangre real, aunque aún se debe atravesar un largo proceso hasta que llegue a los pacientes. Aún así, la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Santiago ya están pensando en desarrollar este sistema.