Nadie sabía qué esperar. Cuando Netflix y la gente detrás de Riverdale anunciaron que producirían Chilling Adventures of Sabrina la gran mayoría tomó con escepticismo la noticia.
El referente más inmediato que tenía la mayoría era Sabrina The Teenage Witch. Esa clásica serie noventera que se distinguía primordialmente por ser una comedia. Y esto desde su primer avance (y en los subsecuentes) prometía ser algo mucho más oscuro.
Este 26 de octubre de 2018 Netflix ha liberado la primera parte de la primera temporada de Chilling Adventures of Sabrina.
Tuvimos la fortuna de tener acceso adelantado a la serie para ver estos diez episodios; y podemos decirles que no sólo es bastante recomendable. Es además de lo mejor que ha hecho Netflix en años y está llamado a convertirse en un clásico instantáneo.
Una adaptación bastante astuta
El material original de este personaje son los viejos cómics inocentes de Archie; que prácticamente todos conocemos. Pero en realidad la base argumental para esta serie en concreto parte de una saga de comics distribuida dentro del sello Archie Horror.
Se trata de Chilling Adventures of Sabrina, una serie de historietas publicadas desde el 2014. Dibujadas en Robert Hack y escritas por Roberto Aguirre-Sacasa.
El intro de la serie de Netflix de hecho es un interesante homenaje animado a esa saga de comics; y en los créditos podemos corroborar que el propio Aguirre-Sacasa es el encargado de esta producción.
Una reinvención necesaria de las historias de brujas
La participación del propio autor original de Chilling Adventures of Sabrina es tal vez el mayor acierto de los muchos de que tiene.
La serie asume con astucia la adaptación. Para dar el salto de la página impresa al movimiento en pantalla. A la par que hace varios guiños a la serie de los 90.
Pero esta Sabrina está más conectada con el siglo XXI. Aunque su trama suceda en otro periodo resulta interesante cómo aborda temas vigentes de género. A la par que retrata de manera realista y entretenida, los problemas de este grupo de adolescentes.
Igual que con Riverdale se busca retratar distintos tipos de relaciones, orientaciones, y conflictos; que sin importar la década en que vivamos siguen existiendo.
Aunque también hay varios elementos clásicos que vuelven. El gato Salem está aquí, pero se trata de un personaje radicalmente distinto.
Las tías de Sabrina juegan un rol mucho más robusto y dramático. A la vez que no buscan retratarlas como un elemento de atractivo visual.
Hay segmentos musicales pero están lejos de la inocencia de la anterior serie y ese mundo secreto de hechicería se percibe auténticamente peligroso.
Oro puro para un maratón
Estos primeros diez episodios tienen un ritmo impecable. Aunque cada capítulo dura cerca de una hora; va tan rápido que es casi imposible aburrirse. Todo gracias también a su balance de contenidos.
En buena media podría afirmarse que Chilling Adventures of Sabrina es como una mezcla de The VVitch, con Riverdale, American Horror Story y Harry Potter.
Los conflictos de los personajes tienen volumen y resonancia. El drama central es suficientemente interesante y prácticamente no hay relleno.
Por el contrario, cada episodio parece terminar un buen cliffhanger. Más que suficiente para mantenerse en vilo y seguir viendo más hasta acabarla.
Sabrina junto a The Haunting of Hill House son la combinación perfecta para celebrar este Halloween.
