Cada año vemos como EA Sports trata de convencer a la fanaticada de ir por un nuevo juego y ¿Fifa 19 hace lo suficiente?
Después de tener el juego en nuestras manos por casi una semana, vamos a lo que más importa, por lejos, en un juego de fútbol: la jugabilidad.
Cómo se siente
Esta entrega se construye sobre los sólidos cimientos que hicieron exitosas las versiones pasadas, con el motor Ignite como protagonista, que entrega un resultado que a primera y segunda vista no dista mucho, pero mientras más juegas, te das cuenta de algunos cambios fundamentales.
Lo primero es que los duelos 1 vs 1 entre atacante y defensor son mucho más físicos y con, al fin, algo menos de ventaja al que tiene el balón. Sí, aún se siente algo equilibrado hacia el ataque, pero defender al fin tiene sentido y se agradece.
Además se agregó una nueva dimensión en los tiros al arco, con una suerte de medidor que si aprietas el botón de disparo en el momento justo, tienes más posibilidades de encajar un gol. Si lo haces mal, el resultado es inverso y es como si le pegaras con un diario mojado. Es un riesgo entretenido y no es necesario hacerlo si no quieres, pero dominándolo (y cuesta), tendrás una ventaja sobre tus amigos.
Aún encontramos algunos problemas en el tema de las colisiones entre jugadores, pero cada año son menos graves y se dan menos.
En el aspecto general, el juego se siente algo más pesado y lento, más pensado quizás, con variaciones estratégicas bien interesantes y que rompen con lo que traía el juego hace tantos años. Con la cruceta uno comandaba el equipo, para poner presión, adelantar líneas y más. Ahora eso cambió y hay nuevas instrucciones, como sumar un delantero o entrar al área, entre otros. Además, los modos defensivo, ultra defensivo, o «todos arriba» ha cambiado para que, si gustas antes del partido, des distintas formaciones y formas de enfrentar el juego y se lo asignas a cada set.
Todo lo anterior hace que la condición estratégica del juego sea más profunda que nunca en una entrega de esta saga y se agradece, porque si gustas dejarlo de lado, tampoco puede que te afecte tanto. Al fin y al cabo los planes pueden funcionar, como no funcionar y el fútbol es, por definición, impredecible.
Cómo se ve
En el apartado gráfico las cosas no han cambiado mucho desde la entrega correspondiente a la 16 y el tiempo le empieza a pasar la cuenta, aunque convengamos que no es lo más importante en un juego de deportes, pero no se pueden descuidar mucho más.
Aún así se siguen viendo igual o mejor que PES, su competencia directa, la diferencia es que ellos avanzan a pasos agigantados. Quizás el FIFA se adelantó un poco.
Ahora los jugadores se sienten mucho más cerca de los personajes que quieren interpretar y hay varias animaciones nuevas que le dan aire fresco y dinamismo al juego, pero no es una gran revolución, para nada.
Lo que sí es extremadamente genial es tener casi todas las licencias, camisetas y nombres de jugadores. Esto aporta tanto a la experiencia y solo me hace pensar en la rabia de no tener equipos como el Real Madrid y la Juventus en el juego de Konami.
Sobre la liga chilena y mexicana, estas están completas, al igual que sus selecciones. Las únicas excepciones son Colo-Colo, que tiene un nombre genérico (pero recuperó a sus jugadores) y en Argentina, Boca Juniors, que está en la misma condición de Colo-Colo.
Por cierto, la inclusión de la Champions League y la Europa League son un añadido fantástico. Además la atención al detalle de poner los elementos de la transmisión televisiva, de los generadores de caracteres hasta las vallas, es notable. Lo mismo pasa en la Premier League, Liga BBVA, Bundesliga y más. Es exquisito.
Los nuevos modos
Ahora el modo patada inicial cuenta con muchos nuevos modos que le dan otra dimensión a lo de sentarse a jugar con amigos. Puedes hacer partidos de ida y vuelta, de alguna etapa de la Champions o con reglas especiales, como sin fouls o que cada vez que metes un gol, te expulsan un jugador. Es una oda al entretenimiento a la antigua y de hecho estos no están para jugar online. Nunca había sido mejor juntarse a jugar FIFA con tus amigos de siempre.
Los otros, como el Modo Carrera no han cambiado en casi nada y es que la fórmula tuvo tan buena aceptación entre el público que decidieron meter un par de nuevos videos y ya está, no hay más.
En FUT los cambios tampoco son mayores, pero todos sabemos que ese es un juego aparte, con otro público, otro objetivo y otra forma de verlo. Por cierto, las microtransacciones siguen ahí, obvio.
Al fin llegamos al final de la historia de Alex Hunter en The Journey, un personaje que aprendimos a querer y que le da algo interesante y que no se había hecho en un juego de este deporte: una historia. Este capítulo final es bueno y cuenta con sorpresas que los más fanáticos del fútbol gozarán. Además es muy entretenido que controles a los, ahora, tres protagonistas, que en la entrega pasada eran solo un añadido. De esto no se puede hablar mucho porque las posibilidades de mandarse un spoiler son altas. Si han jugado los anteriores, este les va a entretener, de todas formas.
Al final de cuentas sigue siendo el FIFA que aprendiste a querer y que has renovado año a año ¿Vale la pena este año? Por supuesto que sí, hay suficientes añadidos como para cambiarlo.
Esta es una entrega que construye sobre las fórmulas exitosas de las entregas pasadas, con más refinamientos que reales novedades y está muy bien, pero ojo, que si no aceleran, la competencia siempre estará ahí para quitarles uno que otro fan, no deben descuidarse ni dormirse.
