La NASA está a punto de lanzar un sofisticado láser al espacio con el nombre de ICESat-2. Su propósito será dirigir su haz de luz hacia la Tierra para medir la profundidad del hielo del planeta. Por supuesto, la intención es tener mediciones exactas de los efectos que produce el cambio climático.
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Se sabe que el satélite que cargará al láser es del tamaño de un automóvil pequeño. Además, su peso aproximado es de media tonelada de peso, y será lanzado en un cohete Delta II. Dicho instrumento viajará hasta las alturas a las 5:46 a.m. (Hora del Pacífico) del sábado 15 de septiembre.
El mundo científico considera este hecho como algo muy importante. La razón es que la última misión de este tipo fue realizada hace más de 10 años. Esto quiere decir que mucho de los datos que se tenían, hoy seguramente están desactualizados.
La misión anterior, ICESat, se lanzó en 2003 y finalizó en 2009. Gracias a ella los científicos descubrieron que el hielo marino se estaba reduciendo y que la capa de hielo estaba desapareciendo en las zonas costeras de Groenlandia y la Antártida.
El láser hará 1.387 mediciones alrededor de la Tierra a lo largo de 91 días de órbita. De esta manera se tendrán datos de un mismo punto cuatro veces al año, coincidiendo con todas las estaciones del planeta. Esto resultará útil para determinar el comportamiento del hielo durante todo el año.
Este proyecto ayudará a que los científicos entiendan más a fondo las implicaciones del cambio climático. Con precisión sabremos qué tanto daño hemos hecho como especie a la estabilidad climática de nuestro planeta.
¿Cómo funcionará el láser?
ICESat-2 está equipado con un par de láseres, uno como respaldo, que son mucho más avanzados que los de la misión anterior de ICESat. Aunque es poderoso, el láser no será lo suficientemente caliente como para derretir el hielo desde su punto de observación, a unos 500 kilómetros sobre la Tierra, explicó la NASA.
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Este láser será capaz de enviar 10.000 pulsaciones por segundo. Además, dentro de cada pulsación habrá un total de 300 billones de fotones. En comparación, la primera misión ICESat podía enviar tan solo 40 pulsaciones por segundo.
La forma en la que el satélite medirá el hielo será a partir del tiempo en el que láser tardará en rebotar y regresar. Este será una luz de 532 nanómetros (luz verde en el espectro visible). Cuando esta regrese, varios filtros bloquearán otras fuentes de luz que no pertenecen a la propia que se emitió.
«La misión reunirá suficientes datos para estimar el cambio anual en la elevación de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, incluso si es tan pequeño como cuatro milímetros, el ancho de un lápiz No.2», afirmó la agencia espacial estadounidense en un comunicado.
La duración de la misión está programada para que sean 3 años. No obstante, tendrá suficiente combustible para que dure 10 años en órbita por si se decide extender su vida útil.