Monsanto es actualmente uno de los nombres más polémicos del mundo. Fundada en 1901, es una empresa muy reconocida de agroquímicos y biotecnología. Actualmente su principal negocio son los herbicidas, cuya utilización se suele asociar a graves problemas de salud para los seres humanos. Es por esto que la compañía fue llevada a juicio hace unos días.
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Todo comenzó cuando Dewayne Johnson, un estadounidense que se dedicaba a la jardinería, fue contratado por una escuela en Bencina, California en 2012. Trabajó allí hasta el 2014 y siempre utilizaba unos tipos de herbicida en particular. Estos eran RoundUp y Ranger Pro, ambas marcas de Monsanto, que utilizaba al menos unas 30 veces al año. Ambos productos tienen como principio activo el glifosato, químico que ha sido muy criticado por ser supuestamente cancerígeno.
Tristemente en 2014 Johnson fue diagnosticado con Linfoma no Hodgkin. Este es un tipo de cáncer que afecta directamente a los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos en la sangre. Se le informó al hombre que la enfermedad era incurable y que posiblemente no le quedaba mucho tiempo de vida.
Se cree que Johnson contrajo el cáncer debido al uso frecuente de los herbicidas de Monsanto. Bajo este argumento, demandó a la compañía y esta fue llevada a juicio. Este año su abogado exigió más rapidez en el proceso, porque a Johnson le podían quedar solamente unos meses de vida.
Hace unos días la lucha concluyó a favor del lado demandante. Monsanto fue condenado a indemnizar a la familia de Johnson por un increíble monto de 250 millones de dólares. Esto, más otros costos de 39 millones, dio un total de USD 289 millones.
El argumento del jurado para tomar esta decisión fue «Monsanto no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría al usar este producto con glifosato«. Mientras tanto, la compañía insiste en que la ciencia ha comprobado que sus productos no tienen riesgo alguno para la salud. Además, declaró que iba a apelar el fallo.
Esta es la primera vez en la historia que Monsanto debe responder ante las acusaciones sobre los efectos de sus productos. Expertos creen que este será un precedente para que más personas decidan poner a rendir cuentas a la compañía.
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Una inversión muy cara
Recordemos que hace tan solos un par de meses, Bayer adquirió a Monsanto. La compra fue hecha por unos 63.000 millones de dólares. Es ahora la firma farmacéutica quien tendrá que asumir los daños de esta decisión judicial.
Precisamente el juicio no sentó para nada bien. Al parecer mucha gente dejó de creer en el slogan de «Si es Bayer, es bueno», reportando una caída de un 10% en el precio de sus acciones, como señala Bloomberg. Viendo el panorama, podría ser muy difícil para la farmacéutica salir de esta crisis.
La discusión sigue abierta
El glifosato, químico creado por Monsanto, es muy popular en todo el mundo para la fumigación de todo tipo de cultivos. Por ejemplo, en Colombia se estuvieron haciendo aspersiones aéreas para eliminar cultivos de coca hasta el 2015. Sin embargo, recientemente se retomó la práctica, esta vez utilizando drones.
Esto no elimina el hecho de la polémica que ha girado en torno a su uso. En 2015, la OMS señaló que el glifosato «es un elemento probablemente cancerígeno para los humanos». Esto, sin asegurar al 100% que había una relación entre el cáncer y el producto. Este último detalle es el que le ha dado aliento a Monsanto y la gente que le apoya para decir que no hay riesgo alguno en utilizar glifosato.
La compañía asegura que hay más de 800 estudios científicos que le respaldan y que dicen que el glifosato no causa cáncer. Además, en 2017 la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos concluyó exactamente lo mismo.
Todo apunta a que la discusión sobre el uso del glifosato va a ser muy reñida en los próximos años. Por un lado, los grupos ecologistas querrán demostrar a toda costa el peligro del químico. Por el otro, Bayer no dará su brazo a torcer y dirá que ninguno de sus productos afecta a la vida humana. ¿Quién ganará?