Lo dije el año pasado y lo repito este año: a mí me gustó el LG G5 y posteriormente no me desagradó, es más, me encantó el LG G6. Que las ventas no lo hayan apoyado y que decisiones de la marca no lo hayan ayudado es otra cosa. Pero aquí estamos, con las manos en el LG G7 ThinQ, un equipo del que tenía muchas expectativas ¿Las cumple? Vamos primero con las especificaciones técnicas:
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- Pantalla IPS de 6.1 pulgadas a 1440 x 3120 pixeles
- Procesador Qualcomm Snapdragon 845
- 4 GB de RAM
- 64 GB de almacenamiento ampliable vía microSD
- Cámara doble, ambas de 16 megapixeles, una normal a f/1.6 y una gran angular a f/1.9
- Cámara frontal de 8 megapixeles a f/1.9
- Batería de 3000 mAh
A todo lo anterior, súmale puerto de audífonos y resistencia al agua y al polvo con certificación IP68 y grado militar MIL-STD 810G.
El diseño
Está muy bien construido, si no fuera así no contaría con los estándares de calidad y certificaciones que se le dieron, y no solo es resistente, es jodidamente inteligente.
Sucede que tiene una caja de resonancia en el chasis, que, al igual que en una guitarra, por dar un ejemplo, produce un sonido completo y muy fuerte si lo pones encima de una superficie dura.
Esto es aún mejor si tienes una caja vacía, como una de zapatos. Es capaz de reemplazar a un parlante Bluetooth promedio con su claridad y potencia. Eso sí, igual me hubiera gustado que hubieran aprovechado el auricular para tener una experiencia estéreo, pero en fin.
La pantalla a pesar de ser IPS y no OLED, es bastante nítida y con una reproducción de color muy fiel y personalizable. Cuenta además con un truco que permite que ilumine por encima de «lo recomendado» por algunos minutos, para mayor visibilidad bajo luz solar. Pequeños detalles que lo hacen útil en el día a día.
Cuenta con una muesca o «notch» en la parte superior del frontal, que puedes esconder con trucos de software, pero al ser IPS, el negro no es tan profundo e igual se nota un poco. Es mejor abrazar su existencia o si gustas «pintarlo» de otro color, algo bien inteligente que ofrece LG por si no te gusta el diseño de pantalla.
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Ahora el lector de huellas no las dobla de botón de encendido y apagado, perdiendo quizás algo muy «clásico» de LG, pero a la vez ganando en funcionalidad, es mejor así.
Hablando de botones, hay uno nuevo en el lateral que es solo para Google Assistant y Google Lens. A pesar de que es un mejor sistema que Bixby de Samsung (por paliza), me hubiera gustado mucho más si fuera programable por el usuario para hacer lo que uno quisiera.
El rendimiento
Con ese procesador es difícil que las cosas anden mal. A pesar de que la capa de LG sigue siendo bien pesada y el bloatware sobra, el rendimiento es por sobre lo esperado.
Casi todo corre perfecto, a excepción de algunos juegos más exigentes como PUBG, Fortnite, Marvel. Por algún motivo, presumiblemente de optimización de software, anda un poco a los tumbos, pero nada grave. Aún así en otros terminales con el mismo cerebro y RAM, andan perfecto.
Ahora, si lo tuyo son las redes sociales, aplicaciones básicas y algo de edición de fotografía, no te va a abandonar.
Donde sí me sentí un poco dejado de lado fue en el tema de la batería. 3000 mAh parecieran suficientes, pero en mi caso particular no lo son. A lo más lo podía estirar a las 5 horas de pantalla encendida, lo que me dejaba pidiendo energía cerca de las 7 de la tarde.
Por suerte se carga relativamente rápido y tiene carga inalámbrica. Me había mal acostumbrado a equipos más monstruosos en este aspecto y fue algo difícil volver a un equipo más chico y con menos autonomía.
Las fotos y el video
Esta es mi parte favorita de los gama alta de LG, el tener un gran angular.
Las fotos (que puedes revisar en este link) son buenas en todo escenario y contar con esta nueva y refrescante perspectiva, a experiencia personal, es lo que mejor me ha resultado en viajes y otras situaciones.
Claro, quizás no tenga la densidad y precisión de un Pixel, y su inteligencia artificial es algo débil comparada a la de Huawei, pero por algún motiva me gustan estas fotos.
El año pasado las selfies eran débiles y ahora son muy buenas. No arreglará que seas feo (a menos que ocupes harto modo belleza… supongo), pero te darán un buen testimonio de dónde estuviste, bastante claro y con rango dinámico aceptable.
Lo más interesante eso sí es que todas las tremendas herramientas de video que estaban en el V30, se portaron a este equipo, por lo que en manos de alguien que sepa lo que hace, los resultados pueden ser realmente fantásticos. Hoy por hoy debe ser uno de los, o el mejor celular para grabar video en la actualidad, y por lejos. No tengo la mejor muestra, pero este material fue hecho completamente con el LG G7.
¿Me lo quedo?
En mi caso particular es casi todo lo que busco en un celular premium, por lo que a mí sí me convence.
Las partes más bajas, como el software, son pasables con un launcher y el tema de la batería no es tan atroz cuando se tiene un pad inalámbrico en el trabajo y en casa.
Conveniencias como tener un puerto de audífonos y que además tenga un DAC dedicado, hace que incluso solo escuchando música en Spotify se note una diferencia, tanto en audífonos como arriba del auto.
Es comprensible que alguien que tenga los CLP $599.990 que se piden como precio de lanzamiento, vayan por un iPhone, Samsung o Huawei quizás, pero mi experiencia personal con LG es súper buena, por lo que espero con ansias ver qué hacen para el V40 y el G8.
En definitiva, es un equipo fantástico y quizás pocos se enteren, lamentablemente, porque LG era un jugador de los grandes y quizás necesite algo más que solo hacer las cosas bien. Necesita ser excepcional para el público masivo y en este caso no marca suficientes diferencias con los otros competidores.