Esto se está volviendo repetitivo. Durante las últimas semanas, Jack Dorsey, CEO de Twitter; se ha dedicado a visitar medios informativos internacionales para hablar de su red social.
En todos los casos, el ejecutivo se ha dedicado más o menos a hablar de lo mismo. Justificando las políticas de gestión y censura casi nulas de la plataforma. En donde cuentas como la de Infowars y varios bots se dedican sistemáticamente a esparcir noticias falsas.
Ahora, en su última aparición en medios, Dorsey fue entrevistado para el programa Reliable Sources de la CNN. Ahí, el directivo fue cuestionado por esos últimos sucesos; sobre todo su postura contra la información falsa.
Y su respuesta fue tan contundente y directa como poco alentadora: «aún no lo hemos resuelto». Ya que el CEO considera «peligroso» entrar a una dinámica; donde los administradores de la red se conviertan en «árbitros de la verdad».
En paralelo tiene el problema de lo demandante que puede ser esa actividad. La compañía, dice, no tiene los recursos para buscar activamente contenido ofensivo y quiere ser «coherente» con su política de ejecución.
Dorsey apela a que un usuario puede opinar una situación en un momento; bajo una serie de sentimientos auténticos en ese instante. Para luego con el paso del tiempo cambiar de perspectiva, para publicar algo diametralmente opuesto. Y censurar eso sería inadecuado.
El CEO procura no realizar ningún movimiento que pueda interpretarse como prejuicioso. Busca públicamente evitar el sesgo o la inclinación política en la gestión de Twitter.
Pero parece no distinguir información que se hace pasar por noticiosa de publicaciones emocionales.