Mañana 5 de julio el Parlamento Europeo votará una legislación sobre los derechos de autor. Sí, nuevamente la propiedad intelectual está en el centro de la polémica y se usa como argumento para controlar Internet.
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El documento, es polémico porque postula reglas que limitarían el acceso y uso de contenido de forma rápida y directa, como históricamente se ha hecho en Internet. En primer lugar, se plantea que los proveedores de servicios vigilen que se cumplan los derechos de autor de los contenidos. Esto dicen en el artículo 13-1:
Los proveedores que almacenan y proporcionan acceso al público a grandes cantidades de trabajos, deberán, en cooperación con los titulares de los derechos, tomar medidas para garantizar el funcionamiento de acuerdos en el uso de obras protegidas.
Medidas como el uso de tecnologías de reconocimientos de contenido, deberán ser apropiadas y proporcionadas. Los proveedores deberán proporcionar a los titulares de los derechos información adecuada sobre el funcionamiento y el despliegue de estas medidas.
Esto de por sí es polémico porque las ‘medidas’ que tomen los proveedores podrían atentar contra la privacidad de los usuarios, y dificultar el acceso libre a la información. Desde la Fundación Wikimedia ya han alertado los riesgos y decidido cerrar Wikipedia por 36 horas como protesta ante un eventual aprobación. Esto fue lo que dijeron en una declaración:
La directiva amenazaría la libertad en línea e impondría nuevos filtros, barreras y restricciones para acceder a la Web. Si la propuesta se aprobase en su versión actual, acciones como el compartir una noticia en las redes sociales o el acceder a ella a través de un motor de búsqueda se harían más complicadas en Internet; la misma Wikipedia estaría en riesgo.
Así mismo, en un comunicado anterior, dijeron lo siguiente: “Creemos que la promulgación de este paquete legislativo sobre derechos de autor reducirá de manera drástica el volumen de contenidos accesibles libremente en todo el mundo. Los costes asociados al filtrado preventivo de contenidos, que pudieran infringir concepciones genéricas de los derechos de autor, posiblemente se traduzcan también en la concentración de las decisiones (sobre manejo de contenido) en un reducido número de plataformas».
El artículo 11 contiene otra de las normativas polémicas. En él, se menciona que cualquier tipo de contenido que tenga derechos de autor (desde el párrafo de un libro hasta una noticia), no podrá ser compartido libremente durante los siguientes 20 años posteriores a su creación. La forma de poder compartirlos, será obteniendo una licencia especial por parte del autor.
Lo que sigue ahora es la votación del parlamento europeo, mañana 5 de julio a las 10:00 (UTC). De llegarse a aprobar, el documento se irá al Consejo Europeo, entidad que igualmente puede hacer observaciones.