Investigadores de la Universidad de Turku, Finlandia, en conjunto con varios investigadores sudamericanos, descubrieron una nueva especie de avispa. Tiene un aguijón extremadamente grande en comparación con sus ‘parientes’.
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Su nombre científico es Clistopyga crassicaudata, y se encuentra entre los Andes y la selva baja amazónica. La avispa utiliza las dimensiones de su aguijón tanto para poner huevos como para inyectar veneno.
Según un reporte de National Geographic, la avispa busca aquellas arañas que viven en nidos y las paraliza con una rápida inyección de veneno. ¿Para qué? Tras paralizarlas, deposita sus huevos para que tras la eclosión, la larva se alimente de la araña paralizada.
Aún hacen falta estudios para saber a ciencia cierta todas las funciones del aguijón, pero el profesor e investigador en Biodiversidad de la entidad, Ilari E. Sääksjärvi, comentó lo impresionante que es:
He estudiado las avispas parasitoides tropicales durante mucho tiempo, pero nunca he visto algo así. Parece un arma feroz (…) El gigantesco aguijón de la especie actual probablemente sea también una herramienta sofisticada, pero de momento sólo podemos adivinar su propósito.