Un nuevo estudio sobre el uso de asbesto en Chile y sus catastróficas consecuencias para la salud de la población indica que un alto porcentaje de las cañerías de las redes de agua contienen este material.
El estudio fue realizado por Daniela Machtig y se lama «El asbesto: Una tarea pendiente». En él, se dice que un 44% de las redes de agua potable de la empresa ESVAL en la región de Valparaíso tiene cañerías con asbesto. Lo mismo pasa con las redes de Aguas Andina, donde el 58% tiene cañerías con asbesto, mientras que ESSBIO en la octava región alcanza el 30% y Aguas Antofagasta, un 44%.
Según Machtig le comentó a Radio Universidad de Chile, el problema es que cada vez que se rompe una cañería se liberan fibras de asbesto y según la Organización Mundial de la Salud, solo una de ellas es suficiente para producir enfermedades mortales.
El informe concluye que tanto «la normativa vigente y las voluntades gubernamentales dirigidas a dar soluciones
son insuficientes, considerando la magnitud del problema». Las campañas de información por parte del gobierno y «que tengan impacto» brillan por su ausencia y que hacer algo al respecto porque el problema tiene carácter de urgente.
Los interesados pueden leer el estudio completo donde se detallan las problemáticas, desde los intereses creados por la industria del asbesto hasta las potenciales soluciones.