Reynaldo Vela, un estudiante de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco, tuvo la idea de crear una cámara donde alguien pudiera tomar refugio en caso de un sismo como el de 1985. Un lugar en donde no solo pudiera protegerse durante el evento, sino en donde pudiera ser capaz de sobrevivir, con agua limpia y comida, hasta poder ser rescatados de entre los escombros de un edificio colapsado.
Con poco menos de un año de los desastrosos terremotos de septiembre, en la Ciudad de México hemos estado más atentos que nunca en caso de un nuevo sismo. Ahora, Vela ha logrado crear una cápsula disponible a la venta en general, capaz de hacer todo esto y más.
La cápsula antisismos
Construido de una aleación de resina, kevlar, acero y titanio, la cápsula es capaz de soportar el impacto de un inmueble. Dentro de sí contiene comida y agua limpia, suficiente para mantener a un humano con vida durante 30 días. Es sellada herméticamente, por lo que protege al usuario en su interior de fuego, inundaciones, y gases que se encuentren alrededor de la cápsula, pues cuenta con un tanque de oxigeno que le permitirá al usuario respirar sin problemas durante los 30 días .
Por si no fuera poco, la cápsula también cuenta con 4 dispositivos GPS que constantemente enviarán una ubicación y la señal de auxilio a organizaciones de emergencia. Dentro de la cápsula, se encuentra un banco de baterías de litio que dotará de energía a todos los sistemas de la cápsula, y para mantenerla funcional solo bastará cambiar el agua en el deposito de agua potable cada 18 meses, y el tanque de oxigeno cada 36 meses.
Vela ha invertido cerca de 12.5 millones de pesos a la creación de esta máquina para emergencias. Y ahora ya es posible su compra por la cantidad de $45,000 MXN. Aunque tienen un costo alto, el creador asegura que son completamente funcionales y seguras. Por cada 10 unidades vendidas, también ha decidido donar una cápsula a personas de bajos recursos, como centros para personas de la tercera edad, y aquellas áreas urbanas dentro de la ciudad que no sean capaces de obtener una para su seguridad. Vela ya cuenta con 400 ordenes listas para comenzar su producción.