Llegó la hora de la verdad para Luke Cage en su segunda temporada. Luego del éxito mixto de la crítica que sufrió The Defenders los personajes de Marvel en Netflix se encuentran bajo una auténtica prueba de fuego. Donde la paciencia de su audiencia aparenta ser cada vez más corta.
En ese sentido, la segunda temporada de Luke Cage exige auténtica devoción por parte de sus fanáticos. Al menos durante la primera mitad. Compartimos aquí nuestra opinión general sobre estos nuevos episodios. Sin soltar spoilers serios. Al menos nada que no se haya visto antes en los avances.
El héroe de Harlem después de Black Panther
Cronológicamente esta nueva saga de Luke Cage se ubica justo después de The Defenders y más o menos en paralelo a los eventos narrados en la segunda temporada de Jessica Jones.
Se repite el mismo movimiento que con ella. Retomando a viejos personajes y cabos sueltos de los capítulos previos al cross-over de superhéroes para intentar plantear una trama interesante.
Pero para el caso de Luke Cage había un matiz muy especial en su discurso. Ya que mostraba al personaje, con muchos guiños musicales y estéticos, como un referente para la comunidad afroamericana.
Los barrios de Nueva York eran un personaje paralelo, por momentos con mayor carisma que nuestro protagonista. Ese detalle marcó una nota inédita para el universo de Marvel, en el cine y la TV, como una vía de expresión cultural y racial.
Pero con el estreno de Black Panther esa aportación distintiva de Luke Cage habría quedado superada por la película que se convirtió en un fenómeno único en su especie.
Otra vez, le sobran capítulos
La primera temporada de Luke Cage la recordamos por arrancar con seis episodios sólidos, contundentes y muy entretenidos. Lo suficientemente buenos como para convertirla en una de las mejores series de Marvel en Netflix para su momento (aún no existía The Punisher).
Pero luego al terminar su trama inicial para pasar a un segundo arco, todo comenzó a sentirse un poco forzado, irregular y sobrado.
Se podría decir que esta nueva aventura de Luke Cage tiene más o menos los mismos problemas. Sólo que aquí lo que la distingue es su inicio extraordinariamente lento.
Es patente. La primera mitad de la segunda temporada de Luke Cage exige bastante paciencia. El despegue es muy lento; y no es sino hasta la segunda mitad que las cosas toman forma. Para llevar todo a niveles casi inéditos en el universo de series de TV de Netflix.
La plataforma sigue con el problema de ritmos en la extensión de sus temporadas. Las historias de estos personajes son buenas e interesantes. Pero todo el chisme de la segunda temporada de Luke Cage da para 6 u 8 episodios a lo sumo. No 13.
Pero Luke Cage se salva
Aún así, en lado positivo de las cosas, la paciencia es gratamente recompensada. Mucho. Los últimos 6 episodios son realmente intensos y trepidantes. Con algunas sorpresas y cameos.
Los giros son atrevidos pero factibles. Dejando todo puesto para una tercera temporada imperdible; al menos para quienes logren involucrarse con los nuevos rumbos a los que apuesta la producción para estos personajes.
Mike Colter sigue impecable en su interpretación y ahora tiene la oportunidad de jugar con el espectro de emociones. Demostrando que tiene madera para papeles aún más complejos.
Pero Alfre Woodard, en su papel de Mariah Dillard, es quien se roba todos los reflectores. La villana llega a nuevas dimensiones que la posicionan como uno de los personajes más peligrosos, determinados y oscuros de todo Marvel.
Mustafa Shakir como Bushmaster se convierte en una de las adiciones más interesantes al reparto. El arco de su historia y motivaciones van por rumbos que parecen genéricos al principio para llegar a rumbos muy entretenidos después.
El discurso de la fama y celebridad del héroe callejero. Su conversión en mito, el derrumbe de la imagen idealizada; y los problemas económicos de alguien como Cage son tal vez el aspecto más robusto de esta nueva temporada.
De hecho, plantea un par de aristas que tal vez no se habían abordado en otras producciones del género. Y bajo esa perspectiva esta segunda temporada aporta algo realmente trascendente.
Al final, aquellos que disfrutaron la primera temporada de este personaje encontrarán positiva la experiencia.
A pesar del arranque complicado. Luke Cage logra que no desechemos nuestra voluntad para seguir la trayectoria del héroe en futuras aventuras.
Pero urge que repitan algo tan redondo, entretenido y grato como la segunda temporada de Daredevil o la primera de The Punisher.
