La FIFA tiene un estricto código para las transmisiones televisivas en los mundiales de fútbol, ya que las estaciones están obligadas a pagar cuotas millonarias para hacerse con sus derechos. Y la Copa del Mundo de Rusia 2018 por supuesto no es la excepción.
Y en el arranque de las acciones en las tierras de Vladimir Putin ya se provocó una polémica, ya que la FIFA acusó a la cadena saudita BeoutQ, como una estación «pirata».
Todo esto sucedió por una disputa que hay entre Arabia Saudita y Qatar y que los partidos deberían haber sido mostrados en beIN Sports, cadena con sede en Doha, pero luego de una prohibición comercial entre los dos países, los fanáticos en Arabia Saudita no pueden ver ese canal.
La FIFA estaba tratando de llegar a un acuerdo para que los fanáticos sauditas pudieran ver el torneo, incluido el partido inaugural, en el que el equipo nacional cayó estrepitosamente 5-0 contra Rusia , pero no se ha firmado nada.
Por eso, BeoutQ está retransmitiendo la Copa del Mundo. La Fifa y la Confederación Africana de Fútbol dicen que los derechos no se han vendido a ese canal y que tomarán medidas para detener los videos que se transmiten.
En un comunicado, la FIFA sostiene lo siguiente: