Desde la primera película Jurassic Park y las novelas que dieron origen a la saga, el velociraptor ha sido uno de los animales más prominentes, incluso destacado por sobre el T-Rex (el que no saca la lengua).
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El velociraptor de Jurassic Park y Jurassic World ha estado presente en todas las películas y en las últimas dos toma un papel más protagónico aún, en el que se le destaca por su increíble inteligencia respecto a sus pares (hola, Blue). Y sin embargo, de velociraptor ese animal tiene no mucho más que el nombre.
Deinonychus, el de la garra terrible
El dinosaurio en el que está basado el velociraptor de Jurassic Park es el Deinonychus, que en griego significa «garra terrible». Vivió en el período cretáceo y los fósiles, descubiertos en la década del 60 en Estados Unidos, revelan que se trató de un dinosaurio que alcanzaba los 80 kilogramos y podía medir más de 3 metros de largo.
Tal como lo indica su nombre, el Deinonychus tenía grandes garras en sus extremidades inferiores (tres en cada una) las cuales usaba para cazar. Porque el Deinonychus fue un depredador, aunque no hay total consenso entre los paleontólogos sobre si cazaba en manadas o si se trató de un cazador solitario. Lo que sí se cree es que no era tan rápido como las aves modernas no voladoras.
Y sí, el Deinonychus estaba cubierto en plumas. Los descubrimientos más recientes sobre dinosaurios de varios tipos concuerdan en que estos tenían plumas de forma similar a las aves y este Deinonychus no es la excepción.
El Deinonychus fue descubierto por un paleontólogo de Yale llamado John Ostrom, cuyo trabajo contribuyó a cambiar la percepción que hasta entonces se tenía de los dinosaurios como animales gigantescos y lentos. Los estudios de Ostrom sugirieron por primera vez que los dinosaurios tenían sangre caliente, hipótesis basada en la agresividad de movimientos del Deinonychus.
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John Ostrom fue parte importante de la concepción de Jurassic Park. Michael Crichton, autor de la novela original, utilizó el trabajo de Ostrom como base para crear el velociraptor, excepto un pequeño detalle: el nombre. En un artículo de hace varios años en la web de Yale, Ostrom explicó los motivos de este cambio.
Michael Crichton, casi disculpándose, me explicó que para la novela decidió usar el nombre de velociraptor, uno de los parientes más cercanos del Deinonychus que había encontrado. Según Crichton, el nombre era más ‘dramático’ y yo estuve de acuerdo, porque la mayoría de la gente no entendía el idioma griego.
El velociraptor de Jurassic Park y Jurassic World tiene básicamente las mismas características del animal descubierto por John Ostrom, excepto por un par de detalles en cuanto al tamaño (el animal original era levemente más pequeño) y las plumas que fuera de las pocas vistas en Jurassic Park III, brillan por su ausencia en el resto de la saga.
¿Y el velociraptor real?
El dinosaurio que le da el nombre a una de las estrellas de Jurassic Park es bastante menos glamoroso que su contraparte ficticia, al menos en cuanto tamaño: es casi como un pavo, levemente más grande.
El velociraptor real era un depredador nocturno que también estaba cubierto de plumas, tenía sangre caliente y las garras en sus extremidades inferiores eran usadas para atacar a su presa. Sin embargo, los paleontólogos concuerdan en que si un velociraptor viviera hoy, parecería un ave un poco extraña.
Así las cosas, el único gran «pecado» del Deinonychus fue tener un nombre no tan cinematográfico como el del velociraptor. Aunque como bien dijera el doctor Henry Wu en Jurassic World, incluso dentro de ese universo nada es real. «Y si el código genético fuera puro, muchos de los dinosaurios se verían diferentes».