Telegram, a través de los años, se ha caracterizado por su seguridad y por ser los primeros en masificarse bajo esa premisa.
La aplicación de mensajería, al contar con estas capacidades, se ha convertido en un dolor de cabeza para los gobiernos más controladores.
En el caso de Rusia, la situación es tan crítica que han querido censurarla de cuajo y desde abril está banneada.
Para esos efectos, lo que hicieron fue bloquear más de 50 VPN y servicios de internet para que la gente dejara de ocuparla.
A pesar de eso, según datos que se entregan, solo el 15%-30% de las operaciones de la aplicación han sido interrumpidas.
Es por eso que el mismísimo gobierno ruso le pidió a Apple remover Telegram de su App Store, dicen que les dan un mes para hacerlo o que tendrán fuertes sanciones.
También se encuentran hablando con Google para que no esté disponible en Android.
¿Harán caso los dos más grandes responsables de los sistemas operativos móviles más usados? No lo sabemos con certeza, y si llegase a pasar, de seguro la gente que quiera ocupar la aplicación en Rusia encontrará la forma de hacerlo.
Otra pregunta que nos llega a la mente es, con el inminente inicio del Mundial de Fútbol y la cantidad de visitantes que llegarán a Rusia ¿no podrán usar Telegram?
Para efectos del uso de la app, para Rusia, cualquiera que la ocupe es básicamente sospechoso de algo ilegal y grave. Y uno que solo quería usar stickers.
