Qué linda la moda de tener citas prácticamente a ciegas en sitios de Internet; ¿no? Por ejemplo, Tinder. O invitar a salir a esa guapa mujer que «conociste» en Facebook; pero de la que no sabemos mucho más allá de que tiene un gato. Sí, es más práctico, aunque quizá esa ya no sea la opinión de este hombre de Arizona, Estados Unidos. Él tuvo una cita a ciegas con una mujer; pero después de esto le informó que prefería no volver a verla. Y ella enloqueció.
Todo empezó en julio del año pasado; o al menos para la policía. En ese momento fue cuando el hombre acosado llamó a la policía de Paradise Valley para denunciar que Jacqueline Claire Ades estaba estacionada frente a su casa; acechándolo. Las autoridades se acercaron al domicilio y la ahuyentaron. Pero no por mucho.
El acoso de esta mujer siguió
Después de esto, empezaron los mensajes. Según ABC; el hombre declaró que eran hasta 500 diarios. Después, en abril, el estadounidense tuvo que llamar una vez más a las autoridades; esta vez por algo un poco más intenso: Jacqueline estaba en su casa; él podía verla a través de las cámaras de seguridad. Cuando la policía llegó, ella se estaba dando una ducha relajante para borrarse el estrés de ser una acosadora en la regadera de él. Encontraron un cuchillo de carnicero en su auto. Y sí, al tiempo la dejaron en libertad… de nuevo.
Entre los mensajes que esta agradable persona le enviaba al hombre con el que había salido una vez estaban «No intentes nunca dejarme. Te mataré. No quiero ser una asesina«, «Espero que mueras, judío podrido y sucio«, «Soy como el nuevo Hitler… ese hombre era un genio«, y «Oh, lo que haría con tu sangre… me gustaría bañarme en ella«. (!).
Después de este terrible suceso y la liberación bajo fianza de la loca fémina; los mensajes se pusieron todavía peores. Tres semanas después, el joven volvió a acudir con la policía por miedo. Esta vez arrestaron a Jacqueline por amenazas, intimidación y acoso. Hasta ahora permanece en la cárcel y, de hecho, mañana se presentará ante el juez.
Con suerte, Jacqui quedará encerrada en una institución o la cárcel y no será la materia de tus pesadillas.