Esta historia seguramente te traerá recuerdos de amargos sucesos. Por si pensabas que las explosiones de Galaxy habían quedado atrás; todo paree indicar que no es así. Aunque una cosa es cierta: realmente, cualquier celular puede estallar si no se tienen los cuidados básicos.
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Esto sucedió en Sonora, México. El nombre del afectado es Carlos Iván Baca Torres; y sufrió quemaduras de primer y segundo grado por el estallido repentino de su Galaxy J7 Prime. Este explotó cuando se encontraban en la bolsa de su pantalón.
Otro Galaxy estalló y Samsung no se quiere hacer responsable
Según Carlos; todo comenzó cuando escuchó un extraño ruido proveniente de su bolsillo; algo así como gas saliendo a presión. Obviamente, lo primero que intentó hacer fue quitarse la ropa; pero ya no hubo tiempo. En el proceso, su celular estalló. Inmediatamente se dirigió al hospital.
Una vez en el hospital; los médicos identificaron las quemaduras como de primer y segundo grado y tuvieron que remover tejido dañado. Posteriormente, el hombre se ayudó de un médico privado para tratar y cuidar las heridas. Y esto no fue barato (nunca lo es).
Sin saber exactamente qué hacer, Carlos fue a la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor). Ahí se le aconsejó que se comunicara inmediatamente con Samsung no sólo para que le repusieran el celular; sino para que se hicieran cargo de las facturas médicas. Pero la compañía sólo accedió a la reposición del celular; e incluso le pidieron firmar un documento en donde se deslindan de los gastos médicos derivados por el estallido.
¿Por qué Carlos no demanda a Samsung? Lo intentó. De hecho, contrató a un abogado; pero por ahora el proceso está parado pues no cuenta con el dinero para solventar los gastos legales. Y Samsung sin problemas.
Las causas exactas de la explosión aún no se conocen; y no sabemos si fue un defecto de fábrica o falta de cuidado por parte del usuario. Aunque tampoco parece que se esté investigando en absoluto.
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