Corea del Sur es reconocido como uno de los centros mundiales de los eSports. El gran desempeño de los coreanos en videojuegos como League of Legends u Overwatch, además del constante apoyo de todo tipo de entidades para crear torneos en el país asiático les ha dado este título. No obstante, ha habido un problema que afecta a grandes títulos como el último mencionado: el hacking.
Durante los últimos años se hizo común encontrarse con personas que hicieran trampas a la hora de jugar en linea. Esto provocó muchos problemas sobre todo a Blizzard Entertainment, que desde el 2016 tiene a Overwatch como uno de los juegos más populares del mundo. Por más cuentas que banearan, el problema seguía igual.
La principal razón es que en Corea del Sur son muy populares los llamados PC Bangs. Estos son lugares donde se puede disfrutar de videojuegos mientras que se socializa con otros que comparten esta pasión. Por una módica suma, se puede alquilar un computador para jugar por determinadas horas.
Los PC Bangs suelen tener un trato con Blizzard para que les deje acceder a juegos como Overwatch aún sin haber comprado una copia. Esto le da facilidades a quien no quiere pagar 40 dólares por el juego y prefiere jugar en estos cafés.
Sin embargo, esto hizo que el número de hackers jugando en linea proliferara. En los PC Bangs descargaban programas para ganar de forma fraudulenta. Para Overwatch destacaban los ‘Aimbots‘ que controlan la precisión de disparo del jugador casi en un 100%. También se usaba el ‘Nuking‘ que es ralentizar la conexión de los jugadores enemigos con el servidor, generando una respuesta tardía o lag.
Blizzard detectaba a los hackers y baneaba permanentemente sus cuentas. No obstante, los tramposos simplemente tenían que gastar unos minutos para crear otra. Ya que no necesitaban pagar por una copia del juego cada vez que los banearán, podían repetir esto indefinidamente.
Las acciones al respecto
Es por esto que increíblemente desde junio del año pasado entró en vigencia una ley que prohíbe el hacking. Más específicamente, en la ley estaba estipulada una sanción para los hacks que afectaran negativamente a un videojuego. Quien usara programas ajenos para mejorar su desempeño en un juego, podría verse obligado a pagar una multa o una pena de hasta 5 años de cárcel.
Finalmente algo ocurrió el pasado 30 de abril. En la versión coreana de Battle.net, Blizzard anunció que se llevó a juicio a los primeros hackers de Overwatch. Según la compañía, estuvo trabajando junto a la Agencia de Ciber-Seguridad de la Policía Metropolitana de Seúl. Hicieron análisis desde enero de 2017 para encontrar culpables de violar la reciente ley.
En la misma publicación anunciaron que 13 infractores de la ley fueron arrestados. No solo eso, sino que ya dos de ellos habían sido ya condenados. Uno iba a tener libertad condicional por dos meses, y en caso de reincidir sería ingresado a prisión. El otro fue multado por una suma de 10 millones de won, equivalente a 9.300 dólares estadounidenses. Mientras tanto, los otros 11 acusados siguen estando en investigación.
Parece que ahora Blizzard se puso serio con la cacería de sus hackers, pues anunció que las medidas continuarán. «Blizzard se compromete a crear un entorno de juego justo para sus jugadores y continuará esforzándose por mantener dicho entorno justo en respuesta a casos similares«.