Y justo en quincena. El día de ayer se hizo oficial un inmenso hackeo a la banca mexicana; resultando en cientos de millones de pesos desaparecidos de las cuentas de los bancos; todo esto gracias a piratas cibernéticos… aunque no todo se hizo detrás de un monitor. Para llevar a cabo esta estafa maestra; tuvieron que dar la cara e ir a recoger el dinero en efectivo.
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¿Cómo sucedió el hackeo?
La magia sucedió con ayuda de órdenes de transferencias interbancarias. Estas fueron creadas por los hackers; es decir, eran órdenes de transferencias fantasmas a través de la banca online (SPEI). Después de mover el dinero, los ladrones lo retiraron… y sí, estos retiros sí fueron muy reales e incluso en persona.
Cada una de las órdenes de transferencias variaban el monto, yendo de las decenas de miles hasta los cientos de miles de pesos mexicanos. Pero, ¿a dónde se transfirió todo ese dinero? A cuentas falsas. Una vez teniendo el dinero en estas cuentas desechables, entraron en escena los cómplices de los hackers.
Fueron estos quienes se acercaron a los bancos a retirar el dinero; y nadie se dio cuenta. De hecho los bancos ya están investigando a su personal; pues se cree que están coludidos con los ladrones. Nadie puede creer que hayan llegado a retirar tales cantidades en efectivo y nadie haya sospechado o registrado el hecho.
Por el momento, esta es la información que se tiene sobre el «cómo». La investigación sigue su curso y según el Banco de México; ya se detectó el bug que aprovecharon los hackers y se mitigó la amenaza. O eso dicen.
Pero, ¿afectó a cuentahabientes?
Esto depende del cristal con que se mire. El dinero no fue robado a los clientes de los bancos; sino a los bancos en sí. Así que se podría decir que los cuentahabientes no se vieron afectados.
Aunque… sí, muchos sufrieron por esto dese hace semanas. No sólo esta quincena, sino desde la pasada y también las transferencias comprendidas en el medio de ambas se vieron afectadas; por lo que las personas tardaron no sólo horas, sino días enteros en recibir su dinero. Muchos siguen padeciéndolo hasta el día de hoy; pues los bancos se tuvieron que cambiar de emergencia a un servicio más lento, pero más seguro.
Así que no, no te robaron tu dinero, pero sí tu tiempo. Paciencia y respira profundo.