Desde China a Chile, las herramientas de reconocimiento facial comienzan sofisticarse cada vez más. No obstante imagínate un traje policial implementado para reconocer a quien tiene al frente. En esto está participando Amazon.
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En agosto de 2014 tuvo lugar la muerte de Michael Brown, un joven de 18 años que fue asesinado por la policía de Ferguson, Missouri. El violento episodio tuvo fuertes repercusiones y se generaron protestas y enfrentamientos entre la población negra y la policía, acusando una acción desmedida por parte de la policía.
Para ese entonces, los activistas advirtieron que la policía tenía intenciones de utilizar el reconocimiento facial para reprimir las protestas. Hoy, es un hecho. La Unión de Libertades Civiles de California del Norte publicó una colección de registros públicos que detalla cómo Amazon ha estado comercializando y vendiendo software de reconocimiento facial, llamado Amazon Rekognition, a las agencias policiales.
El asunto ha generado tal revuelo que 40 organizaciones sociales publicaron una declaración pública apelando a que el CEO de Amazon, Jeff Bezos, deje de vender Rekognition y alertando de los «peligrosos poderes de vigilancia» que entregan al gobierno. Así lo mencionaron en una declaración que rescató The Guardian:
Rekognition es un poderoso sistema de vigilancia fácilmente disponible para violar los derechos y apuntar a las comunidades de color (…) Con Rekognition, Amazon entrega un poder de vigilancia peligroso directamente al gobierno.
La metodología de Amazon consiste en proporcionar las herramientas de reconocimiento facial para incorporarlas en los trajes de los agentes de policía; de esta forma, están equipados en tiempo real para reconocer personas. Basta sólo con mirarlos.
Hace unos meses también supimos de un joven que fue a un concierto y fue arrestado entre 60 mil personas con reconocimiento facial. En Chile también se está implementando este mecanismo de vigilancia. No obstante, la incorporación en los mismos trajes y la participación de Amazon es inédita.
