El día de ayer miércoles 11 de abril fue el segundo de la comparecencia de Mark Zuckerberg ante el Congreso de los Estados Unidos. Y si el primer día nos dejó bastante para reflexionar; el segundo no se queda atrás.
Sin duda, hablamos de dos días que crearon historia y un precedente en el mundo del social media.
Mark Zuckerberg: el segundo día ante el Congreso
El día de ayer quedó clara una cosa (que ya sabíamos): Facebook no es gratis; y el costo son tus datos personales. Así se monetiza la red social más grande del mundo.
Al inicio de la audiencia, el senador Frank Pallone hizo una pregunta difícil. Le preguntó a Mark por qué la red social no puso por defecto la configuración de privacidad para que la gente pudiera; en un inicio, decidir si quiere o no compartir sus datos con la empresa. Por el momento, la opción es al revés: inicias compartiendo sin saberlo, pero puedes decidir no hacerlo más adelante.
La idea era que el CEO de Facebook respondiera con sí o no a la siguiente cuestión: ¿Estaría dispuesto a que la configuración inicial de Facebook por default sea no compartir datos; a menos de que la gente la cambie para compartirlos? Mark no pudo responder «Senador, es un tema difícil que merece una respuesta más amplia que una sola palabra». «Eso es decepcionante para mí», respondió el senador.
Pero veamos la realidad. El negocio de Facebook son tus datos; así pueden vender publicidad dirigida y ganar dinero. De lo contrario, sería una empresa sin fines de lucro. Y la realidad es que pocas personas se meterían a los ajustes para permitir que la red social use sus datos: adiós, millones.
El mea culpa de Facebook
El día martes, Zuckerberg admitió su culpa en el reciente escándalo de Cambridge Analytica. Pidió perdón una vez más. Y el miércoles no fue muy diferente en ese sentido.
También habló de su plan a futuro; por ahora la prioridad de Facebook y su CEO es recuperar la confianza de sus usuarios aunque eso les cueste millones de dólares. Se ajustarán las políticas de privacidad y la transparencia será su bandera de ahora en adelante. O así lo hizo ver Mark.
Zuckdroid desapareció el miércoles
El martes, Zuckerberg no se veía bien. La tensión era notoria; se veía a un hombre bajo una inmensa cantidad de estrés; casi robótico. De cualquier forma, no es un secreto que a Mark siempre le ha costado trabajo hablar en público, y vaya, además no todos los días vas al Congreso del país más poderoso del mundo para que te den unas palmadas en el trasero por un inmenso error de seguridad.
Pero el miércoles algo cambió. Sí, aún se veía a un Zuckerberg nervioso, pero ya mucho más seguro. Y eso ayudó bastante a las acciones de Facebook, mismas que subieron en ese par de días. A los accionistas les gustó su actuar, de eso no queda duda.
La regulación de las redes sociales
Al final, el miércoles transcurrió entre regaños a Mark Zuckerberg por la filtración de Cambridge Analytica; y en general, por el simple hecho de que la red social recolecta los datos de sus usuarios. Todo esto podría (y seguramente así será) dar pie al inicio de la regulación de redes sociales y la vigilancia del gobierno de Estados Unidos para ver cómo se manejan los datos de las personas que las usan (y hasta de las que no).
Por ahora, es casi un hecho que Zuckerberg ayudará a que se impulsen leyes en este sentido. Ya veremos qué le depara el futuro al Internet: la historia está muy lejos de terminar.