Tal como leen, Samsung oficializó un móvil que no tiene la capacidad de conectarse a internet. Ni por WiFi ni por red de datos, nada.
Este modelo es el Galaxy J2 Pro y está pensado para estudiantes que requieren de las capacidades de un terminal, pero sin las distracciones de la red.
Qué puede hacer este equipo: llamar, recibir y mandar mensajes de texto y tiene una cámara relativamente decente, de 8 megapixeles la principal y una de 5 megapixeles en el frontal.
Es un teléfono simple, casi como un «dumb phone» pero con la estética y pantallas de hoy.
Sus especificaciones son lo justo y necesario: 1 GB de RAM, batería de 2600 mAh y 16 GB de almacenamiento.
De momento está pensado solo para el mercado coreano, a un precio cercano a a los USD $185.
¿Lo más interesante? Los estudiantes que lo compren en dicho país, una vez terminado el período de exámenes, lo pueden cambiar a un precio bajo (no se especifica qué tan bajo) por un Galaxy A o Galaxy S.
¿Para qué más podría servir esta edición especial del Galaxy J2 Pro? Quizás como reproductor musical, o también como teléfono básico para gente mayor.
¿Qué se les ocurre a ustedes? ¿Andaría bien en esta región una idea tan radical?