Llega un punto en el camino a la grandeza de toda compañía, donde un terminal exacto les da el antes y el después. En este caso el Huawei P20 Pro es una suerte de punto de inflexión para el futuro de los móviles de la compañía.
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Esto no significa que no hayan aspectos negativos ni cosas que mejorar, pero antes vamos con las especificaciones del equipo:
- Pantalla AMOLED de 6.1 pulgadas a 1080×2240 pixeles
- Procesador Kirin 970
- 6 GB de RAM
- 128 GB de almacenamiento
- Android 8.1
- Triple cámara, principal de 40 megapixeles a f/1.8 + monocromática de 20 megapixeles a f/1.6 + teleobjetivo de 8 megapixeles a f/2.4
- Cámara frontal de 24 megapixeles a f/2.0
- Batería de 4000 mAh
- Resistencia al agua y al polvo con certificación IP67
Tomando prestado de distintos lados
El diseño del Huawei P20 Pro es misterioso, porque toma aspectos de muchos lados y los aprieta en un solo equipo, creando algo que, en el papel, debería ser Frankenstein, pero logra brillar por si solo.
Claro que es la espalda del iPhone X pero con una cámara extra. El tema es que los acabados de color en este equipos son sensacionales y cualquier fabricante (quizás a excepción de HTC) los envidiaría. Cuesta sacarle fotos que le hagan justicia a lo lindo que es. Aunque no todo es perfecto, agarra huellas dactilares con una facilidad inusitada. Aún así no es bajo perfil y a kilómetros sabes que es un «P20 Pro».
Los bordes de acero inoxidable le dan un toque exquisito, algo resbaloso pero muy premium, con un frontal que aprovecha mucho la pantalla y sí, tiene una muesca/notch/solapa/uniceja en la frente, pero lo interesante es que se la puedes sacar. Es lindo tener opciones y que si una decisión de diseño no te convence, el diseño y la integración con el software sean lo suficientemente inteligentes como para removerla. Me saco el sombrero.
Además la relación de aspecto es tan extraña que la muesca nunca te interrumpirá viendo un video, por ejemplo, porque incluso estirando a 18:9 los bordes no lo alcanzan a lo largo. Pequeños detalles bastante inteligentes.
Ya había olvidado lo conveniente que era tener un lector de huellas en el frontal. Sí, es mi opción favorita. Quizás no es lo más natural pero definitivamente una adolescencia usando Galaxy y iPhone me entrenaron para aquello. También tiene reconocimiento facial y es súper rápido, pero no puedo dar fe de que sea tan seguro como la huella.
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Los Huawei pasados no tenían mal sonido y este tampoco, pero aquí el auricular se aprovecha aún más, con un sonido bastante rico afinado con Dolby Atmos. Claro que me gustaría tener puerto de audífonos, pero así es el mundo del futuro y sus tendencias.
No es un equipo pesado, pero sí se siente, aunque está bien equilibrado y se nota bastante atención al detalle. Lo que sí debo alegar es que siento que con el Mate 10 Pro habían logrado cierta identidad industrial con las cámaras al medio y las líneas en el acabado, pero con este equipo, que es súper diferente, pierden un poco ese norte, quizás a cambio de parecer más familiar, «lifestyle» y menos ejecutivo. Cosa de gustos.
La inteligencia artificial como bastión
Este equipo tiene tripas muy parecidas al Mate 10 Pro. Si lo comparamos con el P10, el equipo pasado, lo destroza. Pero si lo comparamos con el Mate no es mucha la diferencia en rendimiento.
Es el mismo procesador y RAM, por lo que si esperabas correr más rápido otra cosa, aquí sería obra y gracia de alguna optimización de EMUI, la capa de Huawei sobre Android.
Sobre lo anterior, esta nueva versión sí tiene bloatware y sí es súper pesada. Aún así, cuando dos fabricantes grandes como Samsung y Huawei cada vez se alejan más y más de Android puro, con la gente premiándolos con ventas igual, uno se cuestiona si en el mundo real a alguien le importa. Parece que no. De todas formas las aplicaciones duplicadas son fáciles de ignorar.
A pesar de su peso corre súper rápido y hasta a Android puro lo supera con animaciones más simples y que le sacan todo el provecho al procesador propio.
Bajo la promesa de la marca, la inteligencia artificial cocinada en su cerebro te permitirá tener un equipo que reconoce tu uso y se optimiza de acuerdo a ellos, haciendo que, por ejemplo y entre varias cosas, la batería dure más. Sobre esto, me dio cerca de 5 horas de pantalla encendida antes de morir bajo uso súper intenso. Está bien, no me salió tan espectacular como el Mate en este aspecto, pero aquí tengo una pantalla AMOLED, lo que me parece un cambio justo. Además se carga tan rápido que me da lo mismo. Igual me hubiera gustado tener carga inalámbrica aprovechando la espalda de vidrio, pero en fin, aún no está totalmente instalada esta tecnología.
La cosa es simple, no hay mucho que pensar más allá de las personalizaciones cosméticas y el equipo siempre va a correr bien. Punto aparte el tema de la conectividad, por algún motivo tengo mucha mejor señal en este terminal que en otros. Huawei sabe mucho de antenas y se nota.
Probablemente sí sea la mejor cámara
En todos lados han bombardeado de publicidad con que esta es la mejor cámara en un móvil, incluso DxOMark les dio el puntaje más alto. Encuestas realizadas a nuestra audiencia en comparativas también dicen lo mismo ¿Es la mejor? Sí, para varios sí lo será.
Sucede que el equipo «peca» de algo que le pasaba a Samsung en el pasado, que era muy criticado por especialistas, pero aplaudido por el consumidor, el que compra el equipo.
Pasa que su reconocimiento de imágenes a través de inteligencia artificial ajusta los parámetros de la cámara, que no son pocos porque son tres lentes trabajando al unísono, y a veces el resultado son imágenes con un rango dinámico muy violento y colores muy saturados.
Parecen listas para Instagram y en mi caso eso me encanta, porque si quisiera fotos más realistas y tengo para comprarme un P20 Pro, donde me importa tanto la fotografía, probablemente también me de para una DSLR.
De un celular espero algo distinto, entretenido, con empuje y el P20 Pro me entrega eso. Modos retrato funcionales (aunque algo desastrosos en el caso de efectos a-la-iPhone-X), azules muy azules y verdes muy verdes. Además el rendimiento en situaciones de poca luz es solo comparable al Pixel 2, a nadie más, y en este caso el Huawei gana en varios escenarios.
Esto porque incluso puedo tomar fotos de larga exposición sin un trípode, con alguna suerte de magia negra y milagro de Huawei, logrando cosas que realmente dan susto.
Como si fuera poco, el foco es extremadamente rápido y su capacidad de hacer zoom hasta 3X sin perder calidad y hasta 5X en híbrido (varios ejemplos en las fotos) es espectacular.
Yo me rindo, es mi mejor «apunta y dispara». Ya me gustaba el iPhone X por lo cumplidora de la cámara, el S9 me lo superaba y aquí ya todo se fue a las nubes. Es un lindo año para querer buenos sensores en espacios pequeños.
En mi caso, soy un amateur, pero además si tienes los conocimientos se te dan todas las herramientas para sacarle jugo en modo manual.
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¿Video? Claro que sí, 4K a 30 cuadros por segundo. No puede a 60 porque el procesador es «antiguo». Pero sí puede hacer trucos como la cámara lenta a 960 cuadros, aunque no sin problemas. En nuestras pruebas el objeto en movimiento generaba artefactos de compresión de video muy notorios. Esto se debería poder arreglar por software, lo que esperamos pase pronto, porque es un punto bajo en un equipo que tiene muy buena estabilización (por inteligencia artificial) y buen tratamiento de sonido.
Precio versus valor
Siento que en su precio de lanzamiento, que en Chile está entre los CLP $750.000 y los CLP $800.000 (COP $3.499.900 y MXN $ 16.999) evidentemente es caro, pero que entrega suficiente valor.
A qué me refiero, que a la larga es un equipo que te puede durar años si lo cuidas, que cubrirá todas tus necesidades y que creo firmemente, hoy en día es la mejor opción de cámara en un móvil, entonces le puedo confiar el testimonio de mis vivencias.
Suena un poco poético, pero es verdad, probablemente no le confiaría mis recuerdos fotográficos de un viaje a un Moto Z, pero sí a este equipo, a ojos cerrados.
Si pongo en la balanza todo lo que me entrega, su valor, versus su precio, creo que es un gama alta a considerar y que cumple en todos los aspectos.
Este celular se lo perderá Estados Unidos, pero en el resto del mundo podemos disfrutarlo, y yo al menos lo pienso hacer. Se siente un punto de inflexión para Huawei, donde por primera vez amenazan realmente a Apple y Samsung. Alguien que quiera un gama alta premium sí puede que elija éste por sobre los dos competidores típicos, y eso es lo impresionante. Huawei se mudó con camas y petacas a la gama alta y si siguen así, acostúmbrense a verlos triunfar.