Una investigación de la ONU que analizó más de 600 entrevistas y dejó al descubierto los duros mensajes de odio que se publican en redes sociales. En países como Myanmar, donde Facebook tiene protagonismo, se ha acusado a la red de contribuir a la persecución de los rohingya.
Alrededor de 700,000 rohingya han huido a Bangladesh (Bangladés) desde que el ejército de Myanmar (Birmania) lanzó una operación en agosto contra los «insurgentes» en el estado de Rakhine de Myanmar. Sin duda en este conflicto se barajan muchos factores, aunque uno no menor han sido las redes sociales como Facebook.
Los rohingya son una etnia musulmana que durante años vivió en Myanmar. Su residencia principal fue justamente el estado occidental de Rakhine (Myanmar), aunque no son oficialmente reconocidos por el gobierno como ciudadanos y durante décadas han sido sometidos a la discriminación y la violencia. De hecho, el conflicto se ha tornado extremadamente violento desde el 2012, tras entrentamientos con budistas (que son mayoría).
Esta situación a obligado a decenas de miles de rohingya a huir a Bangladesh, Malasia, Tailandia e Indonesia. En el conflicto de barajan aspectos políticos, economicos y religosos, y también ha existido intervención internacional. El proporcionamiento de armas de Israel a Myanmar ha sido uno de los más controvertidos. “Lo que hace único a Israel es que, donde quiera que se estén cometiendo crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, este país está presente”, dijo Eitay Mack, un conocido abogado israelí de derechos humanos.
¿Cual es el rol de Facebook?
Los investigadores de la ONU ha dicho que el uso de Facebook jugó un «papel determinante» en la incitación al odio contra los musulmanes rohingya en Myanmar. El presidente de la misión de la ONU, Marzuki Darusman, dijo que las redes sociales habían «contribuido sustancialmente al nivel de acritud». Por su parte, Yanghee Lee, relatora de la entidad sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar, dijo a la BBC:
Ante el informe de la ONU, que se basa en 600 entrevistas con víctimas de abusos de los derechos humanos y testigos, que se llevaron a cabo en Bangladesh, Malasia y Tailandia, Facebook ha dicho que no hay «lugar para el discurso del odio» en su plataforma: