Esta herramienta se llama Geoslicer y actualmente sólo se usa en Japón y Estados Unidos. El gobierno nipón la ha donado a México a través de la UNAM. Ayudará a estudiar y avaluar los terremotos y maremotos acontecidos en el país.
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Específicamente, Geoslicer estudiará los fenómenos que suceden en la brecha de Guerrero; donde suelen ser la mayoría de los epicentros de sismos en el país del norte. Esto se debe, principalmente, a que es justo aquí donde se tocan dos placas tectónicas: la de Cocos y Norteamérica.
¿Para qué se quiere estudiar los terremotos?
La respuesta es obvia: se estudiarán terremotos del pasado para diseñar las ciudades a prueba de estos. También se planea ajustar el plan de contingencias; para que la gente sepa a la perfección qué hacer, cómo reaccionar y hacia dónde ir en estos casos.
Esta herramienta podrá ayudarle a los científicos a evaluar y estudiar paleosismos y paleotsumanis que ocurrieron hasta 3 mil años atrás.
Exactamente; los investigadoras ahora podrán no solamente conocer la ocurrencia de terremotos mayores a 7 grados Richter; sino además información bastante detallada sobre inundaciones provocadas por maremotos como su distancia y altura.
El pasado 19 de septiembre del 2017 México; en la parte centro y sur, sufrió uno de sus terremotos más devastadores, por lo que el Geoslicer podrá ser de mucha ayuda para evitar que una desgracia similar vuelva a ocurrir en el futuro.
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