Un equipo de biólogos del Garvan Institute of Medical Research en Sidney hicieron un descubrimiento sobre la estructura del código genético humano. Concretamente se dieron cuenta que la creencia de que el ADN es una interminable «doble hélice» es una verdad a medias.
En medio de la acostumbrada espiral genética encontraron una especie de nudo que llamaron «i-Motif«. La estructura ya se había visto anteriormente en condiciones artificiales en un laboratorio. Esto había hecho que los investigadores dudaran si alguna vez se podría encontrar en células humanas vivas. Sin embargo, lograron dar con ella.
El i-Motif
En la espiral del ADN normalmente vemos que las bases nitrogenadas se juntan en pares específicos. La Citocina (C) se une con la Guanina (G) y la Adenina (A) con la Tiamina (T). «El i-Motif es un nudo de cuatro hebras de ADN«, según explica el investigador Marvel Dinger. Tal y como vemos en la imagen, el nudo se entrelaza de esa forma a un solo lado de la espiral. La construcción de esta estructura solo se basaría en uniones de Citocina (C).
Para detectar ‘i-Motifs‘ dentro de las células, los investigadores utilizaron un fragmento de molécula de anticuerpo. Su función era reconocer y unirse a los i-Motifs por medio de su afinidad a estos elementos. Al encontrarlos, se usó sobre ellos técnicas de fluorescencia para identificarlos. Finalmente la aparición de machas verdes ayudó a determinar su ubicación.
Notaron que la coloración era intermitente por lo que se dieron cuenta que los i-Motifs se creaban y desaparecían constantemente. Se relacionó la aparición de ellos con la parte tardía de la fase G1, que es cuando «se lee activamente el material genético». El doctor Mahdi Zeraati dio su opinión al respecto:
Para otro miembro del grupo, el profesor Marcel Dinger, el descubrimiento marcará un precedente: