Reino Unido ha anunciado una medida para combatir las velocidades lentas de Internet. De acuerdo con el sitio de Ofcom (via Engadget), el regulador implementará una serie de medidas en las que exige a los proveedores de servicios de Internet (ISPs) garantizar una velocidad mínima a sus usuarios.
La parte interesante de esta nueva regulación es que los ISPs tienen treinta días para resolver el problema y en caso de no hacerlo, los usuarios podrán cancelar su contrato sin tener que pagar penalización alguna, no importa si también tienen un paquete con servicio de TV o telefonía.
Actualmente existe una normativa para hacer cumplir la velocidad mínima, sin embargo las empresas no cuentan con un tiempo límite para resolverlo antes que el usuario pueda cancelar su contrato.
La medida también exige a los ISPs ofrecer un estimado de la velocidad en las horas más congestionadas, de modo que los usuarios tengan la información suficiente para tomar una decisión.
Ofcom anunció que esta nueva regulación entrará en vigor a partir del 1 de marzo de 2019, por lo que los proveedores de servicios de internet tienen un año para hacer los ajustes pertinentes.
¿Se imaginan si esto se aplicara con rigor en países de América Latina?