A más de 151 milones de kilómetros de la Tierra, el observatorio Kepler de la NASA se encuentra bien situado en el espacio para estudiar todo lo que está más allá de nuestra visión. Más de 2.000 exoplanetas han sido encontrados en el tiempo que el telescopio ha estado operando.
Kepler fue lanzado desde Cabo Cañaveral el 6 de marzo de 2009. Su objetivo inicial fue la de observar millones de estrellas y encontrar planetas que se encontraran por fuera del sistema solar y se ubicaran en distintos puntos de la Vía Láctea.
La misión principal Kepler terminó en 2013 cuando se rompieron dos de sus volantes de inercia. Su tarea era mantener estables sus lentes, por lo que se abandonó el área de estudio original. Se le asignó otra misión rebautizada como Kepler K2. A partir de aquí el observatorio utilizaría la presión de la luz solar para mantenerse estable.
Mucho es por lo que ha pasado Kepler y mucha la información que ha recolectado del espacio. Según datos oficiales, más de 400 publicaciones relacionadas con los descubrimientos del observatorio espacial fueron hechas en el 2017. De forma optimista, la NASA en su Twitter menciona cómo seguirá esta tendencia.
No durará para siempre
Sin embargo, la NASA comentó recientemente sobre otro problema inminente: la falta de combustible. Según manifestaron, el tanque de combustible se vaciará en algunos meses. No se sabe cuándo exactamente, pues no tienen un medidor instalado que les de los datos exactos. Podrán hacer un estimado cuando bajen los niveles de presión del tanque o disminuya el rendimiento de los propulsores.
Por ahora el objetivo de la NASA es mantener a Kepler reuniendo datos el mayor tiempo posible antes de que sus niveles de combustible le impidan seguir con sus labores. No obstante, la organización se siente muy optimista al respecto: «hicimos un estimado de que K2 podría completar solo 10 campañas con su nivel restante de combustible, pero hasta ahora ha realizado un total de 16 (…) esperamos que recolecte muchos más datos en 2019, 2020… ¡2030!».