Julian Assange ahora sabe lo que es ser un ciudadano latinoamericano cualquiera: le cortaron el internet.
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Y no porque no lo haya pagado o porque su ISP sea inoperante, sino como una medida política de quienes le dan hospedaje, en este caso, Ecuador. A través de un comunicado publicado en Twitter (vía BBC), el gobierno explicó las razones de la medida:
Esto sucede a raíz de unos tuits publicados hace unos días por el mismo Assange donde las emprendió contra Theresa May, primera ministra de Reino Unido, respecto a su relación con Rusia. Y como los ecuatorianos aseguran que Assange se había comprometido a no meterse en cosas que no le incumben, esto bien podría considerarse como romper el compromiso.
Julian Assange va a cumplir seis años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, desde que ingresara en junio de 2012 solicitando asilo. Y los ecuatorianos varias veces han querido sacarlo pero nunca se ha materializado, esto pese a que Suecia ya cerró la investigación en su contra.
Sin embargo, es posible que si Assange pone un pie fuera de la embajada la policía lo arreste en dos segundos y lo extradite a algún país menos amable del mundo.
La moraleja de esta historia es evidente: tuitear tanto nunca es bueno.