En verdad hay vida después de Defenders. Con The Punisher recuperamos la fe en las producciones de Marvel para Netflix y ahora con la segunda temporada de Jessica Jones parece que la plataforma seguirá firme en su buena racha.
La popular plataforma de streaming estrenará los nuevos episodios de esta serie mañana 8 de marzo de 2018. Justo en el marco del día Internacional de la Mujer, y ese movimiento no es casualidad.
Toda la temporada parece tener un aura nueva, que habla directamente sobre el momento social, cultural y político que muestra y confronta los diversos problemas de género que existen en la sociedad contemporánea.
En FayerWayer tuvimos la oportunidad de ver los primeros cinco episodios de la segunda temporada antes de su estreno. Y hay algunos comentarios SIN SPOILERS que vale la pena compartir.
Una temporada dirigida sólo por mujeres
Pocos esperarían que Jessica Jones fuera una serie con Agenda de Género. Pero es un hecho que queda patente desde los primeros minutos del primer episodio de la segunda temporada.
La realidad es que fue una sorpresa, y el movimiento funciona a niveles inesperados. Utilizar el misterio del origen de Jessica Jones y los demonios que la atormentan, como un medio para plantear paralelismos con situaciones de abuso, acoso y violencia de género; es poco convencional, pero brillante.
Entertainment Weekly hace poco confirmó que efectivamente todos los episodios de la segunda temporada de Jessica Jones son dirigidos por mujeres.
Y al menos durante la primera mitad de esta nueva saga es notorio un cambio positivo en el enfoque y desarrollo del personaje. Dejando de lado la estética Noir de la primera temporada para dar paso a una evolución con más matices.
Resulta imposible dejar de lado algunos tropos del universo televisivo de Marvel, y hay nuevos giros que lo vuelven menos serio en ciertos aspectos.
Pero en medio de todo ello hay un mensaje de género fuerte, consistente y sólido. Al menos en sus primeros episodios.
Jessica Jones cambia de vibra
Melissa Rosenberg, showrunner de la serie hizo algunas apuesta arriesgadas. El cambio de tono es notorio, y durante buena parte del primer episodio provoca un poco de incertidumbre.
Pero una vez que queda claro el rumbo que quiere tomar la serie se convierte en un viaje más profundo e interesante que el planteado por su primera temporada.
La trama parece encapsulada, y un tanto ajena a los acontecimientos de Defenders. Para concentrarse en los orígenes y traumas de Jessica Jones.
La fragilidad emocional del personaje y sus demonios personales, contrastados con la proyección de su imagen fuerte es un choque dramático que funciona a varios niveles.
La interpretación de Krysten Ritter evoluciona a lo grando, para llegar a un punto climático; en donde la incertidumbre por lo que vendrá para el personaje es suficiente como para organizar un maratón en cuanto se liberen el resto de los episodios.
Todo con reserva
No todo es perfecto. Como estudio de personaje y escenarios para el desarrollo de conflictos internos, con brillantes analogías a problemas reales de la agenda actual. La primera parte de la segunda temporada de Jessica Jones funciona bastante bien.
Pero en sentido estricto, la serie en ese fragmento de su arco cuenta con muchos planteamientos; pero no parece haber un villano, ni un problema concreto para sostener su totalidad de capítulos.
Lo cierto es que Netflix no siempre entrega una temporada perfectamente equilibrada en su ritmo y desarrollo. Así que el balance para los primeros cinco episodios es positivo e interesante; por lo inteligente y arriesgado de su apuesta.
Pero faltan 8 episodios por conocer para dar con un veredicto final.
En resumen, la segunda temporada de Jessica Jones sí merece una oportunidad este 8 de marzo.