La NASA pudo comprobar finalmente que ir al espacio por un tiempo prolongado genera cambios en el ADN de una persona, tal y como lo indican los resultados de un estudio de dos hermanos gemelos: uno que fue al espacio y otro que se quedó en la Tierra.
PUBLICIDAD
Los gemelos astronautas Scott y Mark Kelly fueron los conejillos de indias en este estudio. El primero pasó un año en el espacio y los exámenes realizados al regresar dieron prueba de algunos cambios asociados a las condiciones espaciales: «falta de oxígeno, inflamaciones y cambios dramáticos en los nutrientes que afectan a los genes».
Los investigadores ahora saben que el 93% de los genes de Scott Kelly volvieron a la normalidad después de aterrizar. Sin embargo, el restante 7% posiblemente apunta a cambios a largo plazo y relacionados a su sistema inmunológico, sistema de formación ósea, hipoxia e hipercapnia.
El estudio reveló también que el organismo de Scott Kelly entró en un proceso de ajuste apenas pisar suelo terrestre y exponerse nuevamente a la gravedad. Y algunas cosas se «normalizaron» apenas unas horas luego de su regreso, mientras que otras demoraron más de seis meses.
Los interesados en el detalle sobre los varios tópicos bioquímicos estudiados en los hermanos Kelly pueden revisar el paper publicado en el sitio de la NASA. Está en inglés y explica varias cosas interesantes como por ejemplo, los telomeros (extremos de los cromosomas) que se acortan con el paso de los años y que en el caso de Scott Kelly, al volver estaban más largos que el promedio «normal». Eso sí, su longitud se redujo a niveles normales en pocas horas.