Como es de costumbre con cada teléfono móvil relevante, los chicos de iFixit someten a análisis los terminales para ver qué tan fáciles son de reparar. Ahora le tocó al Galaxy S9 de Samsung.
Dada la experiencia de estos profesionales de las tripas telefónicas, el nuevo buque insignia surcoreano presenta algunas dificultades, pero está lejos de ser imposible de reparar, como algunos equipos de la competencia.
Los aspectos negativos sobre su construcción y reparabilidad son los siguientes:
- Ambos paneles son de vidrio, lo que incrementa la probabilidad de que se rompan y hace complejo el inicio de una reparación.
- Reemplazar la pantalla requiere remover el vidrio trasero y desmantelar el equipo completo luchando con el adhesivo (que lo hace resistente al agua).
Otro aspecto que señalan es que reemplazar la batería es técnicamente posible, pero acceder a ella es un desafío innecesariamente complejo.
Por otro lado, lo positivo está en que su construcción está basado en piezas tipo «Lego» modulares, por lo que varias cosas se pueden reemplazar independientemente.
De acuerdo al informe, el Galaxy S9 obtiene un 4 de 10, siendo 10 lo más fácil de reparar. Es un equipo difícil, pero no tanto como otros que obtienen un «1» con cada lanzamiento.