Los días dorados del rover Curiosity de la NASA, cuando taladraba sin mayores problemas, se vieron truncados en diciembre de 2016, cuando comenzó a experimentar un problema en su motor. Afortunadamente, el cuadro forma parte del pasado y un nuevo método lo ha devuelto a la actividad.
El rover alcanzó a taladrar 15 veces antes que su herramienta fallara. En casi seis años, nunca tuvo problemas para llevar a cabo sus misiones. Utilizaba un sistema de perforación acoplado y poseía dos topes estabilizadores para asegurar su cometido.
Lamentablemente, cuando comenzó a fallar el motor a fines del 2016, se quedó sin la función, pero tras una investigación llevada a cabo con su hermano, un rover réplica en los laboratorios de California, los ingenieros innovaron con un nuevo método.
Los expertos del Jet Propulsion Laboratory, hicieron que el rover dejara de usar los topes estabilizadores y modificaron las instrucciones de la broca para que perforase con la ayuda de un sensor. El método se llama “feed extended drilling”.
Así de simple. Ahora nuestro amigo ha vuelto a las andanzas y ya ha concretado trabajos de un centímetro. Aunque esto no es suficiente para una investigación científica, las expectativas son buenas y podría seguir aportando datos cruciales sobre las condiciones químicas, geológicas e incluso biológicas del planeta.
Hace unas semanas el rover Curiosity también nos sorprendió con una increíble imagen panorámica de Marte.