Se llamaba Sudán y era el último rinoceronte blanco del norte. Hace unos días finalmente fue sacrificado por su deplorable estado de salud. A pesar de que su muerte significó la inminente extinción de su especie, la ciencia se ha propuesto un nuevo desafío: clonarlo a partir de sus restos.
Hace casi una semana Sudán encontró sus últimos minutos a los 45 años de edad. Aunque en su especie, aún queda su hija y nieta, él era el último en su género. Los rinocerontes blancos del norte, llevaban décadas siendo amenazados por la extinción
Sin embargo, el Instituto de Investigación para la Conservación de San Diego, tiene un interesante banco con el código genético de 12 rinocerontes blancos del norte, entre los cuales está el de Sudán. ¿Qué significa esto? Con los avances modernos va a ser clonado.
El banco tiene conservado el ADN de cerca de 120 especies, y los planes son producir células madre, junto a otras elementales como ovocitos y espermatozoides. Con ese material, se buscará una hembra subrogada para efectuarla la fecundación in vitro. Oliver A. Ryder, director de Investigación del Zoo de San Diego, dijo a la prensa: