Han pasado tres años desde que Tinder impuso ese controvertido cambio en sus tarifas, donde todos aquellos usuarios mayores a los 30 años de edad estaban obligados a pagar un precio mayor por usar la versión Plus.
A nadie en ese rango le cayó en gracia el movimiento. Pero ahora, por fin, las autoridades se han puesto del lado de los usuarios; dictaminando que esa distinción es de hecho una violación a la ley.
Una corte de California acaba de publicar su decreto sobre el asunto, en donde llega a la conclusión de que cobrar USD $19,99 a los mayores de 30 años de edad (en vez de USD $9,99) va en contra de la Unruh Civil Rights Act (UCRA) y Unfair Competition Law (UCL).
Lo interesante aquí es que en el dictamen las autoridades le brindan una breve clase de economía a los dueños de la app; y finalizan su argumento con un mal chiste sobre Tinder:
Este logro legal ha sido gracias a la insistencia (tiempo y dinero disponible) de Allan Candelore; un heroico residente de la localidad, mayor de 30 años, que emprendió la lucha contra Tinder por sus políticas de precios.
Este problema se suma al reciente descubrimiento de un problema de seguridad en la plataforma, que promete que completos desconocidos rastreen la actividad de los usuarios dentro de la app.
Se vienen meses complicados para Tinder.
