Es sabido que las posibilidades minando criptomonedas en solitario son bajas, aunque los proveedores de Starbucks no pierden el tiempo. Recientemente se descubrió que en una sucursal argentina, la red Wi-Fi inyectaba código malicioso a los dispositivos que se le conectaban para realizar esta práctica sin el consentimiento de los usuarios.
Las operaciones que puede realizar un CPU son realmente limitadas para minar criptomonedas con redes ya consolidadas, como bitcoin o ether. Aunque con tarjetas gráficas o ASIC el asunto mejora, para obtener una verdadera rentabilidad, muchos usuarios recurren a verdaderas granjas o redes de minado. Ciertamente, no todos lo hacen honestamente y el malware para realizar este proceso se extiende cada vez más.
El siguiente expreso en Buenos Aires podría costar más de lo que aparece en el menú de Starbucks. Recientemente, tras un mensaje del experto en ciberseguridad Noah Dinkin, CEO de la compañía, Stensul, emitió un tuit alertando que la red wifi de la compañía estaba infectando a los dispositivos que se conectaban para realizar minería.
“Hola Starbucks. ¿Sabían que su proveedor de wifi en Buenos Aires fuerza la conexión inicial por diez segundos para minar bitcoin en los ordenadores de los clientes?”, dijo en un tuit:
Aunque el investigador pensó que en principio se minaba bitcoin, el procesamiento finalmente se vinculó a la criptomoneda Monero. En todo caso, el método no deja de ser novedoso, pues usualmente los usuarios se infectan de malware mediante sitios web.
Desde la compañía se tomaron las medidas correspondientes para garantizar un servicio limpio, y declararon que no les preocupa que el problema se haya extendido a otras cadenas. Sin embargo, la metodología es otro argumento para ser precavidos con las redes abiertas. Cualquier dispositivo desactualizado puede ser sniffeado o vulnerado al conectarse a una red de este tipo.