Han pasado casi dos años desde el estreno del Episodio VII de Star Wars, y ya que tuvimos la fantástica Rogue One en nuestras salas de cine el año pasado, probablemente ya se nos han olvidado muchos detalles de la entrega anterior de cara a ver The Last Jedi, que se estrena esta madrugada en todo el mundo.
¿Se acuerdan de Maz Kanata, la Base Starkiller, de Capitana Phasma? ¿No? Está bien: la memoria es frágil, así que estamos para recordarte tres cosas que, sin lugar a dudas, diluiste entre tantas películas de Marvel y series de Netflix.
De más está decir que mucha de la información aquí expuesta pertenece al Nuevo Universo Expandido -y que habita tanto en las películas como en comics, juegos y libros- así que pueden haber spoilers y algo de especulación.
Repetimos: pueden haber spoilers del Universo Expandido.
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1. La Primera Orden destruyó gran parte de la República
Vamos recordando: tras los eventos ocurridos en el Episodio VI, la Alianza Rebelde pudo liberar a gran parte de la galaxia de las manos del Imperio Galáctico, comandado por Darth Sidious y su mano negra, Darth Vader.
El remanente de la flota Imperial hizo su última resistencia en Jakku -la razón por la cual Rey desarma destructores espaciales, vive en un AT-AT y tiene un casco rebelde en la película- y luego de aquello se firmó un tratado de paz, que la Primera Orden (formada por ex-soldados del Imperio Galáctico) comenzó a romper de forma paulatina.
Ante la inacción del Senado de la Nueva República, Leia Organa decide formar la Resistencia. Sin embargo, tras años de guerra fría, y en los eventos ocurridos en El Despertar de la Fuerza, el Supremo Lider Snoke decide usar la Base Starkiller para acabar con la recientemente formada República. Su blanco es el Sistema Hosnian, un grupo de cinco planetas que contienen el Senado Galáctico y gran parte de la flota republicana.
De hecho, Hosnian Prime es el planeta habitado que vemos explotar en pedacitos en el Episodio VII.
La consecuencia directa del cataclismo Hosniano es la destrucción del gobierno de la Nueva República, y las consecuencias galactopolíticas de aquello pueden impactar al resto de la historia. ¿En qué posición queda Leia Organa? ¿Se armará otro grupo político para ir en contra de una Primera Orden que sigue teniendo poder y protagonismo en la galaxia?
*thud*
2. La visión de Rey
Si estuviste atento a la mitad del Episodio 7 seguramente recuerdas que al tocar el sable de Luke en el subterráneo de Maz Kanata, Rey tiene una visión inducida por las drogas la Fuerza.
La visión es altamente críptica pero tiene segmentos clarísimos: Luke Skywalker con una capucha lamentándose junto a R2-D2; luego los Caballeros de Ren, liderados por Kylo Ren (duh), masacrando a un gran grupo de personas; Rey de niña siendo abandonada a las manos de Unkar Plutt en Jakku; y Rey en el mismo bosque donde después lucharía contra el hijo de Han y Leia.
Además de lo claro de la visión -y lo mucho que podríamos especular alrededor- hay dos voces que hablan de la Fuerza y que es muy complicado oír en la sala de cine. Sin embargo, la edición Blu-Ray de la película tiene detalles para personas con discapacidad auditiva y dos nombres conocidos aparecen de repente: el primero es Yoda -en la voz de Frank Oz- y el segundo es Obi-Wan Kenobi, representado por Ewan McGregor y Alec Guiness, revivido gracias al poder de la tecnología y una excelente mezcla de audio.
Esto confirma nuestra teoría: o los Jedi tienen esquizofrenia, o les gusta mucho oír voces.
Está bien: la foto está horrible. No nos odien.
3. La cicatriz de Kylo Ren
Probablemente recuerdes la pelea final entre Rey y Kylo Ren, donde nuestra protagonista termina de poner a prueba sus poderes recientemente adquiridos y derrota al personaje de Adam Driver en una Base Starkiller a punto de colapsar. Lo que quizá no esté en tu memoria es que Rey, en la finta final de la batalla, le deforma la cara a Kylo Ren con su sable, lo que dejó una cicatriz muy evidente.
Lo que muchos quizá no han notado, y esto puede bien ser un spoiler, es que en los posters del Episodio VIII la dicha cicatriz pasó de estar en el puente de su nariz a cruzar un ojo, como lo pueden ver en la foto. ¿La razón? Rian Johnson, director de esta nueva entrega, le confirmó a los fans en abril vía Twitter que fue su decisión, y que la justificación es que “lucía tonta”:
Y bueno, ahí lo tienen. ¿Irán a ver The Last Jedi en su estreno de hoy?