Laboratoria se inició en Perú hace tres años, aunque rápidamente comenzaron a extenderse por América Latina. Se trata de una instancia que ofrece a mujeres la posibilidad de aprender a manejar herramientas en programación y TI (Tecnologías de la información). Quienes comenzaron este proyecto, tenían una agencia de desarrollo de software y se dieron cuenta de que existía una demanda grande en esta área, además de una gran brecha de género. Con la intención de darle un espacio más protagónico a las mujeres, decidieron aportar mediante una iniciativa educativa y nació Laboratoria.
La intención principal fue irrumpir para fortalecer el rol femenino y fortalecer el desarrollo de tecnologías latinas. La empresa social, prepara desarrolladoras de software y de experiencias de usuario, y les ayudan a insertarse laboralmente. Según nos dicen, existe una gran cantidad de empresas que están migrando plataformas o actualizando sus sistemas, donde el rol de personas capacitadas es fundamental.
En Laboratoria llevan más de 500 mujeres graduadas, con un 75% de inserción laboral. Además, abren convocatorias para acceder a los cursos cada seis meses, cuya remuneración se hace efectiva únicamente cuando la graduada logra insertarse laboralmente. Para Chile, por ejemplo, la próxima convocatoria se abre en enero de 2018. Sobre el impacto social de Laboratoria en la región, conversamos con con Mariana Costa, cofundadora del proyecto, que además recuerda estará el miércoles 10 de enero en el Digital Summit 2018 en el Hotel W.
FayerWayer: ¿A qué asocian el alto porcentaje masculino en las TI?
Mariana Costa: Hay una serie de estereotipos, donde se ha interpretado que hay carreras para hombres y otras para mujeres. No tiene mucho sentido y no tiene por qué ser así. La diversidad otorga mucha riqueza y hay un montón de datos que comprueban que ésta genera mayor innovación. En el mundo de las TI ha sido por factores vinculados a cuestiones culturales, por ejemplo, cómo enseñan a los niños a jugar con determinados juguetes y a las niñas con otros. Hay una frase que me gusta mucho que dice: “uno no puede ser lo que no puede ver”. Gran parte de la labor que concebimos en Laboratoria es ampliar esa visión.
FW: ¿Creen que hacen falta políticas para equilibrar la cancha?
MC: El Estado cumple un rol importante, aunque en la sociedad hay múltiples actores. Hemos tenido mucho apoyo de varios gobiernos; con ese tipo de alianzas, se demuestra que estos temas son relevantes. Esto puede servir de pie para fomentar políticas públicas. Laboratoria plantea incluso un nuevo modelo educativo, mucho más accesible, orientado al empleo, y hay un montón de decisiones que se podrían tomar para insertar a las jóvenes de la región.
FW: Considerando la perspectiva latinoamericana que tienen. ¿Por qué es relevante desarrollar más de tecnologías regionales y mayor innovación científica local?
MC: Es muy relevante. Es un desafío enorme que Latinoamérica tiene por delante. Si pensamos en lo que viene, la automatización de muchos empleos y la cuarta revolución industrial, tenemos que evolucionar hacia una economía del conocimiento, porque hoy día dependemos mucho de los recursos naturales. La región tiene que diversificar su matriz productiva y eso pasa en gran parte por capacitar a su gente para llevar a Latinoamérica al siguiente nivel. También es importante cómo complementamos las herramientas tecnológicas de las personas; en esa linea va Laboratoria.
FW: Parte de su metodología de aprendizaje se denomina “Salón de Clases Ágil”. ¿De qué se trata?
MC: La idea es tratar de replantear la educación y cómo ayudamos a tener experiencias educativas mejores. Estamos tratando de innovar con una metodología que se basa justamente en el desarrollo de software, recogiendo principios claves, como aprendizaje basado en productos. Todos los trabajos que hacemos son en equipos de aproximadamente seis alumnas. Hay una cultura de retroalimentación y responsabilidad para hacer funcionar un proyecto. Siempre estamos reevaluando qué hicimos bien, qué hicimos mal, y cultivamos el valor de “aprender a aprender”.
FW: ¿Creen que la colaboración es relevante para un proceso educativo exitoso?
MC: Es fundamental. Trabajamos súper de cerca con ese concepto. Ser colaborativo es una habilidad para la vida. Por eso, toda la enseñanza es en grupo, porque queremos que nuestras alumnas logren integrarse a nuevos espacios. Todo esto es fundamental para cualquier empleo.