Durante muchos años Twitter mantuvo la verificación de usuarios enfocada a un selecto grupo de personas. La “palomita azul” era sinónimo de importancia, sin embargo en tiempos recientes las cosas cambiaron y hace no mucho que la red social verificó perfiles como el de Jason Kessler, responsable de organizar el lamentable evento de supremacía blanca en Charlottesville.
La crítica no se hizo esperar y Twitter ha pausado el programa de verificación con el fin de rediseñarlo. De acuerdo con la cuenta de soporte, la verificación tenía como objetivo autenticar la identidad y voz, pero se interpretó como un indicador de aprobación o de importancia.
Twitter dice que “creó esta confusión” y tiene que resolver el problema, por lo que la verificación para todos los usuarios quedará suspendida hasta nuevo aviso. Seguido de este tuit, Jack Dorsey (CEO de Twitter) dijo que desde un principio el sistema estaba roto y no hicieron nada para corregirlo.
La red social prometió que lo resolverá rápidamente, por lo que si deseaban ser una cuenta verificada tendrán que esperar.
El sistema de verificación de cuentas fue activado al público en general a mediados del 2016. El proceso que alguna vez resultó ser tedioso se volvió casi transparente, siempre y cuando el perfil contara con ciertas características y respondieras a la pregunta de por qué pensabas que tu perfil era de interés público.
A la fecha hay muchas cuentas de dudosa procedencia que cuentan con la verificación, lo que confirma que el proceso de aprobación está roto y Twitter tiene que arreglarlo a la brevedad.
Otra piedrita más en el zapato de Jack y compañía.
