Durante años hemos pensado en lo grandioso que sería que Intel pudiera fabricar con un procesador con gráficos integrados dignos de hacerle competencia a AMD. Luego de tanto tiempo y de cambios en la industria, hoy se anuncia una alianza que parece ser del día de los inocentes: AMD e Intel lanzarán un chip con gráficos Radeon integrados.
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La noticia es oficial y la razón de ser de este chip es simple: Intel se dio cuenta de la ventaja de lanzar equipos ultradelgados para el segmento entusiasta. Si bien las ultrabooks han demostrado ser prácticas, en tema de gráficos siempre quedan a deber.
El nuevo procesador de Intel será parte de la octava generación y combinará las especificaciones de un chip Core H con los gráficos de AMD que, entre otras cosas, cuentan con memoria HMB2, la misma que está presente en las nuevas Radeon RX Vega.
La base del nuevo chip es la tecnología EMIB de Intel, la cual permite el intercambio de información del silicón en distancias cortas y elimina el problema de diseñar chips que tengan una altura muy pronunciada.
Actualmente las laptops para gamers tienen un grosor de 26mm, mientras que las ultrabooks son de 16 mm o menos. El uso de esta tecnología en el nuevo chip permitiría ofrecer un equipo con rendimiento para juegos AAA con un grosor no mayor al de una ultrabook.
Vale la pena mencionar que no se trata de un simple chip poderoso para jugar títulos casuales, como los Ryzen Mobile que llegarán a finales de año, sino un procesador con el poder suficiente para levantar títulos de última generación.
De acuerdo con PCWorld, AMD desarrollaría un chip propietario para Intel que sería similar en diseño al que vemos en consolas de sobremesa como el Xbox One X o el PlayStation 4. La idea de lanzar un producto así viene por parte de Intel, quien ha pensado en una solución final para los usuarios que buscan un equipo potente para jugar sin tener que lidiar con el enorme peso del computador.
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La alianza de Intel y AMD beneficiaría a ambas compañías ante el embate de NVIDIA, una empresa que poco a poco empuja sus chips y piensa que los días de vida de los procesadores convencionales se encuentran contados.
La fecha de lanzamiento de estos chips está puesta para los primeros meses del 2018.
