En Corea del Sur, Apple tiene preocupaciones quizás más importantes que el inminente lanzamiento del iPhone X. Según reporta Metro, las autoridades del país visitaron las oficinas de Apple en Seúl con el fin de «hacer preguntas».
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Si bien no hay detalles exactos sobre la situación en particular, sí se cree que está todo enmarcado en una investigación del gobierno sobre los acuerdos a los que ha llegado Apple con empresas surcoreanas que realizan diversos servicios alrededor de los iPhone que ahí se venden.
Ahora bien, hay algo más complejo en todo esto y tiene que ver con la relación entre el gobierno y las compañías locales, léase Samsung. Y no se trata de un tema menor: una acusación de soborno al gobierno terminó con la destitución de la presidenta del país el año pasado, mientras que en agosto de 2017 el vicepresidente de Samsung fue sentenciado a cinco años de prisión.
Como sea, cualquier problema de Apple con autoridades oficiales en Corea del Sur siempre va a tener un manto de sospecha por todos los antecedentes. Y más todavía si pasa justo un día antes del lanzamiento de uno de los teléfonos más importantes del año, el flagship que compite cara a cara con el producto nacional.