Con el paso de los años Foxconn se ha convertido en sinónimo de condiciones laborales no tan convencionales, y ahora ha surgido un nuevo reporte que pone bajo la lupa el ambiente de trabajo en esa compañía.
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Un reporte del Financial Times ha hecho público que la empresa habría contratado a más de 3.000 internos, estudiantes de liceo (high school), para participar por tres meses en las jornadas de fabricación del iPhone X, pero las condiciones de trabajo habrían sido más complicadas que las marcadas por la ley, según el texto:
Seis estudiantes dijeron al Financial Times que trabajan rutinariamente 11 horas diarias ensamblando el iPhone X en una fábrica en Zhengzhou, China, lo cual, bajo las actuales leyes chinas, constituyen horas extras ilegales de trabajo para estudiantes internos.
Los seis afirmaron que formaban parte de un grupo de 3.000 estudiantes de la escuela de ferrocarriles urbanos de Zhengzhou, enviados en septiembre para trabajar en las instalaciones locales dirigidas por el proveedor taiwanés Hon Hai Precision Industry, más conocido como Foxconn.
Los estudiantes, de entre 17 y 19 años, señalan que les dijeron que se requería una “experiencia de trabajo” de tres meses en la fábrica que tenían que completar para graduarse.
Apple por su parte ha confirmado la historia, recalcando que efectivamente al interior de Foxconn existe este programa de trabajo voluntario para estudiantes que laboren como internos, y que todos los involucrados fueron compensados, con sus respectivas prestaciones y tenían prohibido trabajar horas extra.
Con una supuesta meta de ensamblar 1.200 unidades del iPhone X al día, los estudiante habrían rebasado el tope de 40 horas semanales que marca la ley.
Apple ha marcado la línea, al indicar correctamente que Foxconn es el responsable por ese programa de internos.
Las investigaciones seguramente seguirán su curso.