Si, si, sabemos lo que estás pensando: “La Raspberry Pi puede jugar todos los juegos de la historia y de paso prepararte un café” pero eso a nadie le importa. Prueba de ello es que alguien ha conseguido hackear la recién lanzada SNES Classic Mini para poder introducirle más juegos.
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Al igual que ocurrió con la NES Mini, la nueva consola de Nintendo puede ser vulnerada por medio de un exploit para introducirle más juegos. De acuerdo con el video superior, solo 80 MB de los 300 MB que incluye la consola están ocupados, por lo que tendríamos espacio de sobra para añadir juegos.
El exploit conocido como Hackchi2 no parece ser tan complicado de usar, aunque deberás saber que al utilizarlo puedes violar la garantía de la consola y existe una posibilidad de dejar inservible la consola si no eres hábil en este tipo de acciones.
Hackchi2 convierte los ROMs a formato de la SNES Classic Mini y aproximadamente el 75% de los juegos se ejecuta sin problemas. Para aquellos que no funcionan se puede usar RetroArch agregándolo a la linea de comandos para utilizarlo en lugar del emulador que se incluye en la consola.
Aquellos que cuenten con una SNES Mini podrán acudir a este sitio y descargarse el instalador del Hackchi2 y seguir las instrucciones.