Un bochornoso momento están viviendo los miles de clientes que se atendieron en la London Bridge Plastic Surgery, una de las más prestigiosas clínicas de cirugía plástica de Inglaterra. Un grupo de hackers denominado The Dark Overlord, robó recientemente terabytes de información sensible, que involucra datos y fotografías de sus clientes.
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El robo fue informado a la Policía Metropolitana de Londres el 17 de Octubre, aunque recientemente se confirmó el hecho. El mismo grupo fue el que se adjudicó la responsabilidad de la acción, y como es natural, están cobrando una suma aún no identificada para no filtrar los contenidos.
La clínica atiende a clientes de alto nivel adquisitivo y una de sus insignias es la confidencialidad de las intervenciones. Recientemente, la presentadora de televisión Katie Price utilizó su cuenta de instagram para anunciar que había sido operada en la institución, aunque no todos sus clientes son igual de llanos al contar sus experiencias. Los hackers se pronunciaron mediante el sitio The Daily Best, consignando que tienen fotos que de contenido sensible e incluso de las partes íntimas de los clientes. Y para sustentar su mensaje, habrían adjuntado fotografías de prueba al portal.
Tenemos terabytes de información. Hay bases de datos, nombres e incluso información de algunas familias reales aquí. Toda la lista de los pacientes tienen fotografías incluidas. El mundo nunca ha visto algo como esto, un verdadero vertedero médico de cirugía plástica.
Desde la clínica expresaron que se encuentran “horrorizados con la situación“, aunque de momento el tema es materia de investigación por las entidades policiales.
La seguridad y confidencialidad de nuestros pacientes siempre ha sido de suma importancia para nosotros. Invertimos en tecnología de alta calidad y líder en el mercado para mantener nuestros datos seguros, puesto que nuestros sistemas se actualizan a diario. Por esto, nos sentimos profundamente tristes por esta violación. Nuestro equipo está disponible las 24 horas para las inquietudes de los afectados.
El grupo ya había operado durante el mes de junio de este año cuando hackeó a Larson Studios y Netflix, filtrando parte de la popular serie Orange Is the New Black. Aunque en esa oportunidad los implicados pagaron USD $50.000 a los hackers, estos de igual forma filtraron el contenido puesto que paralelamente se habría informado al FBI de la situación.