Como si de la nada se tratase, la aplicación Sarahah trepó los rankings de aplicaciones gratuitas, tanto en Android como en iOS en muchos países del primer mundo.
Obviamente, es cosa de tiempo antes de que se ponga de moda aquí y lo mejor es estar preparado.
¿Pero qué es? Una aplicación hecha en Arabia Saudita con una simple y noble intención: Que la gente pueda dejar recomendaciones sobre ti en el aspecto laboral.
Evidentemente no se usó para eso cuando se hizo popular. Su uso anónimo, que es una de las bases fundacionales de su funcionamiento, permitió que entre los jóvenes se usara como una aplicación para practicar el acoso o “bullying”.
El que recibe estos mensajes, públicos por cierto, no tiene manera de saber quién dejó esa “opinión” sobre él o ella, porque claro, uno de sus objetivos era que los jefes en las empresas pudieran tener feedback sobre su comportamiento con mensajes de sus empleados.
Su capacidad de conectarse con Twitter, Facebook, Snapchat y otras redes sociales la han convertido en la aplicación por excelencia para practicar el acoso cibernetico.
Fue pensada con un fin noble que se desvirtuó y ya está fuera de las manos, su popularidad es muy grande y su expansión, inminente.
