Las marcas afectadas, según el reporte del sitio web antes mencionado, fueron DLink, Belkin y Linksys, sin embargo, esto es un mal menos comparado a todo lo que los agentes del organismo gubernamental podían hacer. El texto nos indica que podían vigilar e incluso manipular el historial de los afectados, pudiendo así instalar malware en sus equipos.
El modus operandi consistiría en transformar un hotspot de Internet en una suerte de “trampa para moscas”, para luego transmitir la infección hacia los equipos e instalar todos los programas de monitoreo que la CIA quisiera, y así vigilar los movimientos en la red del sujeto en cuestión.
No existe un número confirmado de cuántos casos podrían haber ocurrido bajo estos parámetros, sin embargo, esto demuestra nuevamente el nivel de control que los organismos gubernamentales de los Estados Unidos tienen en su respectivo territorio, así como también el grado de desorden que quedó tras las diversas filtraciones que formaron parte de Vault 7, ya que esta noticia en particular corresponde a uno de esos datos.