Tuvimos la chance en E3 2017 de ir al booth de Nintendo y, por supuesto, probar el juego “niña bonita de la fiesta”: Super Mario Odyssey.
Hubo muchas cosas que nos gustaron, partiendo por el impecable control que está a la altura de siempre con sencillez y eficacia, pero ahora con elementos que lo diferencian como el hecho de lanzar el sombrero o “poseer” objetos y personajes que están repartidos por los escenarios.
Por otra parte, está el casi increíble hecho de que Mario recorra una ciudad super urbana arriba de una moto, o que suba edificios y construcciones “normales” en busca de objetos y monedas. Para que hablar de interactuar con humanos de proporciones tradicionales y hasta hablar con ellos.
La única duda que nos queda es saber como diantres Nintendo integra esos mundos tan diversos y hasta ajenos a un Mario tradicional de una forma lógica. Aquello lo sabremos en unos meses más; por ahora, las impresiones que nos quedaron fueron muy, demasiado positivas.